La piel de plátano tiene más usos cosméticos de lo que parece. Si te seduce la idea de usarla en productos de belleza caseros, en este post encontrarás algunas ideas prácticas.
Además de su uso para el compostaje por su riqueza en potasio o para la limpieza de las hojas de las plantas o de los zapatos, con efecto abrillantador, pongamos por caso, la piel de plátano esconde inesperados secretos de belleza.
Ideas de belleza para usar la piel de plátano
La piel de plátano, por ejemplo, tiene un efecto blanqueador sobre los dientes manchados por el café, el té, zumos o vino. Sin embargo, no es milagroso, eso vaya por delante, aunque podemos frotar suavemente el interior de la piel sobre los dientes antes de lavarlos de forma constante para intentar recobrar algo de su blancura.
También nos será útil para evitar que las quemaduras de sol vayan a más. Nos ayudará a calmar la irritación y si la quemadura es leve o moderada también logrará hacerla remitir. No se trata de un consejo de belleza en sentido estricto, pero sí puede evitar el efecto antiestético de estas rojeces que, por otra parte, deberíamos prevenir con una buena crema solar y una exposición responsable.
Si en lugar del sol ha sido un mosquito el que nos ha provocado un «pequeño destrozo» cutáneo, nos aliviará aplicar la piel de la banana durante unos minutos. Es importante hacerlo lo antes posible para así conseguir que no se inflame en exceso y su aspecto no nos afee el rostro o cualquier otra parte del cuerpo.
Aplicar la parte interior de la piel, sin retirar restos de pulpa, sobre el acné nos podría ayudar. Para observar resultados hay que esperar unos días. Dejarlo actuar durante un buen rato, asimismo, acelerará los resultados.
Aplicada directamente sobre la cara, previamente cortada a trocitos, la piel de la banana puede actuar como una mascarilla reconfortante, que limpie e hidrate la piel. O, por ejemplo, si al comer un plátano guardamos un trocito podemos usarlo para hacernos una mascarilla hidratante de un modo muy sencillo.
Aplastamos la pasta con un tenedor y la mezclamos con un poquito de agua hasta obtener un puré fácil de aplicar en el rostro. Igualmente, podemos mezclar la pasta con otros ingredientes que encontraremos fácilmente en la cocina, como la miel, la avena, la leche, la yema de huevo o el yogur, así como algunas gotas de aceite vegetal, por ejemplo el de oliva.
Para un resultado lo más natural posible, optemos por productos ecológicos, siempre teniendo claro que la posibilidad de reacciones alérgicas sigue existiendo. Tanto porque podemos ser alérgicos a productos naturales como por el hecho de que el certificado ecológico no nos garantiza que no se hayan utilizado productos químicos.
Recordemos que el logo europeo ecológico significa que los productos se encuentran dentro de lo estipulado en la normativa comunitaria para este tipo de agricultura o producción industrial. Ello implica que, por ejemplo, se permite una serie de excepciones.
Si queremos una belleza eco, completamente controlada, siempre nos quedará la posibilidad de tener nuestro propio huertecito, vaca, panal de abejas… ¡Un pelín complicado! Sea como fuere, la mascarilla que podemos hacer con un trocito de plátano y, optativamente, algunos de los ingredientes apuntados bien valdrá la pena.
Nos nutrirá la piel y tendrá un efecto reparador dejándola actuar durante unos minutos, para finalmente enjuagar. Y un par de trucos más: es interesante poder aplicarlo en zonas corporales secas como codos, rodillas o pies, así como también en el mismo cabello con el fin de hidratar y, en fin, reparar cabellos secos y estropeados.
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