zHome es un proyecto que se ha llevado a cabo en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington, Estados Unidos, en el que se han construido diez casas autosuficientes desde el punto de vista energético, esto es, que producen toda la energía que necesitan. Además, gastan un 60% menos de agua, suponen cero emisiones de dióxido de carbono, cuentan con un ambiente interior con la atmósfera totalmente sana y limpia y están fabricadas sólo con materiales de baja o nula toxicidad. En definitiva, un conjunto de casas absolutamente ecológicas y sostenibles.
Para completar esta idílica vivienda, el exterior está rodeado de naturaleza. Así que sus residentes disfrutan de aire puro tanto dentro como fuera de sus casas. Para lograr todos estos avances ecológicos en la construcción, todo ha sido pensado hasta el último detalle.
En los edificios zHome se ha reducido el uso de la energía en un 15% respecto a una casa tradicional. Para ello, las paredes ofrecen un aislamiento que es casi el doble que otros edificios. Además, se han rellenado las paredes con poliestireno expandido tanto por dentro como por fuera del muro. En total, son nueve pulgadas (unos 23 centímetros) de aislamiento. Se consigue que la temperatura exterior y la interior estén totalmente aisladas.
Las ventanas también aislan perfectamente el interior del exterior gracias a que están elaboradas con fibra de vidrio. Por último, todas las juntas están extremadamente selladas, ya que se ha calculado que se puede perder hasta un 30% de energía por pequeñas fugas en la unión de los diferentes elementos de la construcción. También se usan bombillas de bajo consumo en toda la casa para reducir el gasto de electricidad todo lo posible.
Para la climatización de la casa se usa una bomba de calor que obtiene la energía del interior de la tierra (energía geotérmica). A través de un sistema de agua, se consigue calor en invierno, frío en verano y agua caliente todo el año. Y no podían faltar paneles solares en el techo del edificio para obtener la energía necesaria de una fuente limpia, renovable e inagotable.
Sus residentes, consecuentes con las casas donde viven, apuestan por el coche eléctrico.