Día Mundial de la Naturaleza 2016: Cinco buenos comportamientos a adoptar

Paisaje verde
Hoy, 3 de marzo, se celebra la tercera edición del Día Mundial de la Naturaleza, una efeméride proclamada por la ONU en diciembre de 2013. En esta ocasión, bajo el lema «El futuro de la vida silvestre está en nuestras manos», orientada al conservacionismo de los elefantes africanos y asiáticos.

Si bien la protección de estos paquidermos están siendo el principal objetivo de las campañas mundiales de 2016, el evento se centra también en la relación entre la vida silvestre y las personas, desde un enfoque sostenible.

Tú también puedes proteger la vida silvestre

La ONU nos recuerda que tenemos una gran responsabilidad de protección de la naturaleza en general, y dentro de ésta la vida silvestre constituye una parte esencial. Su preservación es una tarea de cada generación, un legado que sabrá apreciar la siguiente generación.

En concreto, la ONU destaca la importancia de actuar a nivel nacional para el cuidado de la biodiversidad local, cuidando tanto las especies carismáticas como el resto. Así pues, buscando esa colaboración ciudadana que, granito a granito, hace granero, en este post te sugerimos 5 comportamientos que puedes adoptar en tu relación con la vida silvestre para ayudar en su preservación:

1. Donar es ayudar: Los donativos a asociaciones que protegen la vida salvaje, bien ONGs como Greenpeace o Ecologistas en acción son interesantes tanto por lo que aportas a una determinada campaña o a su actividad conservacionista en general, como por el gesto en sí. Además, están muy necesitadas de apoyo, y sus objetivos utópicos (pero no inalcanzables) bien merecen la pena.

2. No molestar, no ensuciar: Ya sea en una excursión a la sabana africana o en un bosque cercano a nuestro hogar, la vida silvestre significa no contaminar los ecosistemas. Básicamente, no alteremos el clima natural, seamos silenciosos, dejémonos envolver por su magia. A su vez, no tiremos desechos ni tampoco usemos bolsas de plástico para llenarlas de basura y dejarlas allí. No polucionemos tampoco con música alta u otra contaminación acústica.

3. Si encuentras un animal herido: Tanto si te encuentras un animal con problemas de movilidad o herido o crías que parecen abandonadas, actúa con precaución. Antes de acercarnos y poder herirnos o empeorar su estado, avisemos al Seprona. Con respecto a los animales huérfanos, no siempre lo están, por lo que es importante asegurarse antes, incluso dejando pasar un tiempo para comprobarlo. El buen gesto: sentido común y seguir el consejo experto del Seprona (guardias civiles dedicados a la conservación de la naturaleza) o de los mismos cuidadores de refugios de vida silvestre, con los que también podemos contactar.

4. Disfruta de la naturaleza y respétala: Un binomio ganador, ese pasarlo en grande observando la vida silvestre y ser sensible a su fragilidad y necesidad de preservación es una fórmula infalible para que las cosas empiecen a ocurrir.

Alimentar erizo huerfano
A partir de esta actitud hacia tu entorno será mucho más fácil empezar a adoptar hábitos cotidianos sostenibles en relación directa o indirecta con el medio ambiente, por ejemplo en la reducción de desechos domésticos, de envases o en la compra de productos respetuosos a nivel ambiental: no a la madera no certificada, no al aceite de palma no sostenible, y un largo etcétera.

5. Fomenta la biodiversidad en tu jardín: Las posibilidades son muchas, desde pasarte a la jardinería bio hasta hacerlo de forma selectiva, por ejemplo prescindiendo de los químicos para que los polinizadores puedan hacer su trabajo felizmente o eligiendo flores que los atraigan especialmente.

Ofrecer un refugio a aves migradoras colocando nidos, alpisteros y bebederos, pongamos por caso, es otra manera de hacerlo. Sobre todo, conoce tu entorno y crea un jardín que contenga especies locales para ayudar a su conservación y además apostar por la sostenibilidad.

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