La investigación

Este estudio, publicado recientemente en Science, ha sido llevado a cabo por investigadores de Caltech. En él, se ha demostrado cómo se puede hacer uso del equipo de monitoreo sísmico existente y de los datos sísmicos históricos con el fin de determinar cuánto ha cambiado y sigue variando la temperatura en los océanos en la Tierra.

Un análisis que, sobre todo, se centra en este caso en las profundidades de las aguas en las que, normalmente, es más difícil hacer monitorizaciones con las herramientas convencionales que se emplean para estos fines.

Los datos

Esta barrera ha sido superada por el equipo escuchando los sonidos de los terremotos que ocurren regularmente bajo el océano, ya que son poderosos y viajan largas distancias a través del océano sin que se debiliten de manera significativa. Esto hace que sean fáciles de monitorear.

Y es que, cuando se produce un terremoto submarino, la mayor parte de la energía viaja a través de la Tierra. Pero es una energía que, en parte, se transmite al agua en forma de sonido. Precisamente, estas ondas se propagan hacia afuera desde el epicentro del terremoto como sucede con las ondas sísmicas que viajan a través del suelo. Sin embargo, son ondas sonoras que se mueven a una velocidad más lenta.

En consecuencia, las ondas terrestres llegan primero a una estación de monitoreo sísmico, seguidas de las ondas sonoras, que aparecen como una señal secundaria de ese mismo evento.

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El desarrollo

En concreto, esta tecnología se basa en el desarrollo de un nuevo sensor multipunto de eventos sísmicos, que ha sido desarrollado en la Universidad de Alcalá. Un dispositivo que tiene la particularidad de que emplea solo cables de fibra óptica convencionales de comunicaciones, que son cada vez más habituales en el fondo de los mares.

El funcionamiento de este sensor es sencillo. Solo se tiene que conectar un equipo en el extremo de tierra de estos cables. Así, la tecnología desarrollada permite transformarlo en una potente matriz de sensores sísmicos.

Estos sensores inicialmente fueron desarrollados para su empleo en el sector energético, aunque se ha comprobado que igualmente presentan utilidades para eventos sísmicos al adaptare a la tecnología que se emplea en sismología. En este ámbito, con estos sensores, se ha logrado la mayor sensibilidad alcanzada hasta el momento.

En el fondo del mar

El uso de esta tecnología aplicada en sismología se ha probado con éxito a través de las pruebas realizadas por un equipo internacional de científicos formado por miembros de la Universidad de Alcalá y del Instituto Tecnológico de California (Caltech).

En estas pruebas, cuyos resultados se han recogido en un estudio publicado en la revista Nature Communications, se han empleado los cables de comunicaciones de fibra óptica ya instalados, conformado una especie de red sísmica gigante. Esto ha permitido rastrear terremotos lejanos y olas oceánicas en el fondo del Mar del Norte.

Los resultados obtenidos y la utilización de los cables de fibra, ya instalados y que son habituales en los océanos y mares, posibilitan la utilización de este sistema, ya que abarata los costes en comparación con otros métodos como la instalación de sismómetros permanentes bajo el mar.

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El sistema

El nuevo sistema se basa en el análisis y examen de un conjunto de datos masivos de los grandes y pequeños seísmos en la región del Sur de California con el fin de detectar los aspectos que hacen que se produzcan terremotos más grandes, que suelen ser menos habituales.

Los investigadores, del Instituto de Tecnología de California y la Institución de Oceanografía Scripps, llevaron a cabo una operación masiva de minería de datos de la Red Sísmica del Sur de California para terremotos reales enterrados en el ruido. En concreto, se analizaron dos décadas de datos.

Con este proceso, se logró detectar, comprender y localizar terremotos con mayor precisión, ya que la información analizada ha permitido ver cómo evoluciona el estrés en los sistemas de fallas.

Biblioteca

Con todos estos resultados de su análisis, los investigadores han podido crear el catálogo de terremotos más completo hasta la fecha. Además, también es el más detallado de la región del Sur de California.

Esta biblioteca o catálogo, que se denomina Quake Template Matching, está siendo utilizada para crear un mapa más completo de las fallas y del comportamiento del terremoto en la zona de California.

El objetivo es así que esta biblioteca sea de ayuda para los investigadores para que puedan detectar y localizar terremotos con mayor precisión.

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