Emisiones

La prohibición de los vuelos de corta duración para sustituirlos por en tren en trayectos con una duración inferior a dos horas y media tendría un efecto reducido en las emisiones de CO2. El motivo no es otro más que la aviación es responsable solo del 3% de las emisiones totales del planeta, de acuerdo con los datos del último informe realizado por la Universitat Oberta de Catalunya, publicado en la revista Case Studies on Transport Policy.

Esta prohibición tendría a su vez otra serie de implicaciones. Entre ellas, destacan las inversiones en infraestructuras de alta velocidad y las pérdidas de tiempo de viaje, entre otras. Además, los investigadores recomiendan que la medida se implante de forma progresiva y se analice caso por caso porque también pueden producirse problemas de conectividad internacional, especialmente, en las regiones más periféricas. Incluso, esto podría obligar a tener que hacer recorridos más largos y, en consecuencia, más contaminantes.

Los datos apuntan a una estimación de una reducción potencial de las emisiones de CO2 de entre el 2,7% y un 22%, dependiendo de lo estricta que sea la sustitución de vuelos. Además, sustituir el avión por el tren en trayectos cortos conllevaría un aumento de entre el 4% y el 13% de los usuarios en la red ferroviaria en comparación con 2019. Esto requeriría mejoras en las velocidades, capacidades e integración de las redes ferroviarias a nivel mundial, entre otras consecuencias.

Alemania

Estas conclusiones del informe se desprenden tras analizar el impacto de la prohibición de este tipo de trayectos cortos realizados en avión en Alemania. En este país, se han estudiado un total de 87 rutas, aparte de calcularse alternativas a los trayectos aéreos de corta duración.

También se han tenido en cuenta los itinerarios completos de los pasajeros para evaluar el impacto de las cancelaciones en los viajes de larga duración, ya que muchos viajeros utilizan los trayectos cortos como un paso intermedio de una conexión internacional.

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Características

El Infinity Train es un tren totalmente eléctrico, aunque lo que más llama la atención es que no necesita recarga. Y este hecho es especialmente importante porque ha sido pensado para transportar cientos de toneladas de mineral de hierro todos los días, realizando un recorrido a lo largo de 143 kilómetros de trayecto.

La clave para no tener que recargar la energía está en la tecnología. No obstante, tampoco es novedosa. Y, ¿en qué consiste? El secreto no es otro más que la habitual recarga que experimenta la batería eléctrica cuando el vehículo frena. Es decir, se emplea el mismo sistema que ya utilizan los coches eléctricos convencionales.

Además de ello, se hará una configuración orográfica del terreno en el que el tren hace el trayecto, que transcurre en una pendiente cuesta abajo entre la mina de hierro de Eliwana, en Australia, hasta las instalaciones de Fortescue Metals Group.

Aunque el trayecto se realiza con los vagones cargados, no supone ningún problema porque el tren necesita frenar de forma continuada durante toda la marcha. Esto permite emplear la energía cinética generada por la gravedad para la recarga de las baterías. Así, nada más llegar al destino, cuenta con la carga suficiente como para volver a la mina, proceder al llenado de los vagones con el hierro y bajar otra vez hasta el destino.

En marcha

La construcción del tren ha sido anunciada por parte de la empresa minera Fortscue Metals Group para su uso en Australia.

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El sistema

En concreto, este sistema está siendo desarrollado por la empresa Siemens junto con la compañía alemana ferroviaria Deutsche Bahn (DB). Ambas han empezado a trabajar en un novedoso sistema de ferrocarriles impulsados por hidrógeno.

La intención de ambas compañías es poder probar un sistema global, que está basado en un tren de última generación y una estación de combustible de nuevo diseño.

Dentro de este desarrollo, DB se encargará de reacondicionar uno de sus talleres de mantenimiento para dar servicio al tren propulsado por hidrógeno. Además, las dos empresas colaborarán en las pruebas de este nuevo sistema integral que está formado por el propio tren y un conjunto de infraestructuras que han sido específicamente desarrolladas para este cometido.

El sistema pretende así sustituir a los trenes diésel que operan las rutas regionales con el fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono. Y es que este nuevo sistema sería más respetuoso con el medio ambiente.

Pruebas

Mientras el desarrollo llega al mercado, las dos empresas siguen avanzando en su diseño y en la realización de pruebas, que se van a llevar a cabo en la región que rodea la ciudad de Tubinga.

Las pruebas se harán con el prototipo que Siemens Mobility pondrá en marcha y que se basa en el tren regional Mireo Plus. El tren será de dos coches y contará con un motor de hidrógeno, teniendo tanta potencia como en la versión eléctrica. El rango de operación se estima en hasta 600 kilómetros.

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El Tecnotren puede llevar hasta 150 pasajeros, lo que puede evitar que decenas o, incluso, cientos de vehículos, algunos con sólo una persona circulen y produzcan emisiones contaminantes. Además, este tren consume poco combustible. Por último, funciona con un motor diésel de Fiat Duna y se puede utilizar uno usado.

El Tecnotren es un proyecto del ferroviario Jorge Beritich, que, tras dedicar toda su vida a los trenes, decidió que era un desperdicio tener miles de kilómetros de vías en desuso. Por otra parte, muchos pueblos habían caído en el olvido por la desaparición del tren, que los conectaba con el mundo.

En 2003, apareció el primer prototipo, al que llamó Microtren. Se probó en las vías cuatro años después, tras un arduo trabajo de ensayo y error. La primera prueba se llevó a cabo en la estación Bavio de General Mansilla, Magdalena, en la Provincia de Buenos Aires. Fue un éxito. Pero, aún así, se siguió mejorando hasta llegar al Tecnotren actual. Un transporte moderno, bidireccional y autónomo que alcanza los 40 km/h de velocidad.

Su piso está a sólo 20 centímetros del suelo, de modo que es fácil subir y bajar del tren sin necesidad de andenes. Es perfecto para las personas en sillas de ruedas.

Actualmente, el Tecnotren se encuentra funcionando en la provincia de Entre Ríos, uniendo los pueblos Oro Verde y Colonia Avellaneda con Paraná. Es un trayecto de 40 minutos con 25 paradas. Se trata de pueblos de apenas dos mil personas que habían crecido al lado del antiguo ferrocarril. Con el Tecnotren, volverán a tener un futuro.

El Tecnotren consume unos 20 litros de gasóleo al día, aprovecha vías ya construidas y es liviano y seguro. Hay planes para trasladar la idea a otros lugares.