A raíz de la erupción del volcán de La Palma en las Islas Canarias, está creciendo el interés por los volcanes y sobre los efectos devastadores que podrían producirse en el caso de entrar en erupción. En el mundo hay más volcanes de los que inicialmente se piensa y se conocen, pero hay diez que tienen un especial potencial para crear una auténtica catástrofe climática en el planeta. Uno de ellos es el que se encuentra bajo las aguas del lago Toba, en Sumatra.
El volcán
El volcán del lago Toba ha sido el protagonista de dos erupciones en el último millón de años que han tenido alcance planetario y la previsión es que vuelva a emitir magma dentro de 600.000 años.
Este volcán es especialmente importante porque en la última erupción salió de su boca 70.000 veces más magma que, por ejemplo, el volcán de La Palma. Este potencial y capacidad de las supererupciones ha sido estudiando por un grupo de geólogos liderados por la Universidad de Ginebra, en Suiza, con el fin de tratar de saber por qué se producen.
En concreto, el equipo de investigadores se centró en estudiar los niveles de uranio y circonio, que son elementos que normalmente son expulsados en estas grandes erupciones. El objetivo así era determinar cuánto tiempo le costó al volcán prepararse para este tipo de erupciones.
La investigación también señala que el circonio tiene uranio dentro de su estructura, que con el paso del tiempo se descompone en plomo. Así, midiendo la cantidad de uranio y plomo en el circonio con un espectómetro de masas, se puede determinar la edad del material. A día de hoy, se estima que hay unos 320 kilómetros cúbicos de magma listos para entrar en erupción.
Calentamiento
Los análisis realizados han permitido conocer qué sucede en las entrañas de la tierra cuando el volcán está en silencio, además de facilitar obtener otro tipo de información. Por ejemplo, se observa que existe relación entre la acumulación de magma con el aumento progresivo de la temperatura de la corteza continental, que ensambla el depósito de magma de Toba. De este modo, cuanto más se calienta la corteza por el magma, más lento se enfría el material y se acumula más rápido.
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