El único árbol que quedó en pie en Fukushima se convierte en monumento


El tsunami barrió la costa y todo lo que había en ella, incluida la central nuclear de Fukushima. El paisaje quedó asolado. Nada quedó en pie. Parecía un paisaje lunar, desértico, sin vida. Excepto por un árbol, un pino que aguantó los embates de la tormenta y resistió enhiesto y orgulloso.

Algunos lo conocen como el «pino milagroso» y se ha convertido en un monumento y en un recordatorio de lo ocurrido, uno de los peores desastres naturales que ha sufrido Japón. Se cumplen dos años del maremoto y posterior accidente nuclear de Fukushima, un momento perfecto para organizar un homenaje al árbol.

Aunque sobrevivió al tsunami, el pino, pasado el tiempo (casi 18 meses), murió debido a que la tierra tenía un exceso de sal tras el maremoto. Fue retirado en septiembre de 2012 para conservarlo a largo plazo. Las hojas y las ramas fueron tratadas para crear un molde y recrear la forma del árbol.

El árbol (la recreación) mide 7,7 metros de alto y pesa 1,4 toneladas. Las ramas están hechas de plástico reforzado y se han usado postes de fibra de carbono.

Ahora, este árbol artificial es el único que queda de los 70.000 árboles que formaban parte del bosque que había allí, en la costa de Rikuzentakata, en la prefectura de Iwate. El monumento está listo para ser dado a conocer esta semana, en segundo aniversario de la tragedia. También se diseñó un sello como conmemoración del árbol.

Continúa la limpieza en la zona


Tras dos años, se continúa con las labores de limpieza de la zona. El desastre dañó más de un millón de hogares y mató a casi 19.000 personas. La mayoría de los restos se limpiaron hace tiempo, pero la reurbanización ha sido muy lenta. Más de 320.000 personas siguen fuera de sus hogares, algunas en viviendas temporales proporcionadas por el Gobierno.

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