Jardín flotante que purifica el agua de los ríos

Physalia jardin flotante
Su forma nos recuerda a una ballena, pero Physalia ni está concebido para navegar por mar abierto ni tiene nada que ver con los cetáceos y, por su puesto, ni muchos menos es un mamífero. Cubierto por un techo verde y delgados paneles solares, este jardín flotante es una curiosa nave que bien podría revolucionar el transporte fluvial.

Para crearlo, el diseñador Vincent Callebaut se inspiró en una especie de medusa (Physalia physalis) que en realidad tampoco lo es. Bautizada con el nombre de carabela portuguesa, esta gelatinosa criatura es un organismo colonial tremendamente bello que recorre los océanos impulsada por los vientos y corrientes marinas.

Aunque hecha a imagen y semejanza de esta falsa medusa, otro de sus nombres, nuestra barcaza de estilo futurista prefiere el agua dulce. Al menos, en su primer esbozo y mientras no le daen a probar otra, ya que se trata de un diseño o concepto, por lo que todavía no se puede disfrutar de él.

Un doble disfrute, se entiende, pues si por un lado purificaría las aguas del río gracias a un mecanismo autosuficiente basado en la energía solar y en la biofiltración, por otro su jardín sería un remanso de paz perfecto para dar un paseo en barco inolvidable, rodeados de verde, felizmente inmersos en una deliciosa vegetación.

Son jardines que responden a distintas temáticas y diseños, siguiendo el leiv motiv de los cuatro elementos, nombre con el que se les ha bautizado: «tierra», «aire», «fuego», y «agua». Y, por supuesto, su riego está más que garantizado con el agua del río, eso sí, filtrada y debidamente depurada, su especialidad.

Energía solar y biofiltración

En efecto, a bordo del Physalia se está en un auténtico vergel, un lugar para el descanso mecido por las plácidas aguas del río, pero a la vez que el barco se desliza va purificando las aguas gracias a un techo verde y unas finas celdas solares que lo cubren.

Pensando en todo, Callebaut ha ideado unas hidro-turbinas que producen energía a partir del agua que se mueve por debajo. Igualmente, la parte exterior tendría una capa de dióxido de titanio (TiO2) que reacciona con los rayos ultravioleta y purifica el agua y, como vehículo ecológico, utiliza energía solar. Es decir, Physalia descontamina mediante un procedimiento biológico y, además, es un sistema autosuficiente, que genera toda la energía que necesita para su funcionamiento obteniéndola del agua y del sol.

Navegar grandes ríos

Ahora ya sabemos que se trata de un ambiente ajardinado en forma de jardines convencionales, verticales y que también está cubierto por un techo verde, así como su funcionamiento. ¿Pero, por dónde navegaría? La idea de Vincent Callebaut Architects es que conozca mundo, cuanto más, mejor. Que navegue por grandes ríos: los principales ríos de Europa, África del Norte y Oriente Medio, el Danubio y el Volga, el Rin y el Guadalquivir, el Eufrates y el Tigris…

Physalia jardin flotante con forma de ballena
La firma francesa es conocida por sus propuestas inspiradas en la Naturaleza, que aúnan un diseño moderno con un una clara vocación ecológica. Asian Cairns (megalito asiático), un proyecto para la ciudad china de Shenzhen, compuesto por varios rascacielos con forma de piedras apiladas, Wallow’s Nest (Nido de golondrinas), un centro cultural que se ubicará en Taichung, Taiwan o Dragonfly ,una granja con forma de libélula en Nueva York, son algunos de sus intentos de unir con armonía biotecnología y arquitectura.

¿Utopía o realidad? Sean obras conceptuales o proyectos que se hayan hecho realidad, en todos los casos aspiran a ser útiles y respetuosos con el entorno. Sus propuestas no tienen otro límite que la imaginación y quizás éste sea el único modo de conseguir un mundo mejor.

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