Más ideas locas para reutilizar los saquitos de té

Infusion con galletas de te
Si ya vimos Cinco ideas locas (y prácticas) para reutilizar los saquitos de té, en este post volvemos a las andadas, ampliando las posibilidades de darles un segundo uso.

Antes de empezar con nuestras curiosas propuestas, de nuevo advertimos sobre la importancia de minimizar el uso de estas bolsitas. Salvo los orgánicos, son un atentado contra el medio ambiente y resultan tóxicas para el organismo, sobre todo cuando se consumen regularmente.

Dicho esto, nos lanzamos con nuestras peculiares sugerencias, también esta vez orientadas a un uso práctico que, en muchos casos, nos sacará de más de un apuro. O, simplemente, nos ayudará a ahorrar dinero, tiempo y esfuerzo, que tampoco está nada mal…

Como si se tratase de cerezas, sus usos no dejan de salir, unos enredados en otros, inspirándonos para el siguiente… Apostamos a que la lectura de este post va a hacerlo.

Una vez cogido el tranquillo, no habrá saquito de té que se te resista. A continuación más ideas locas para reutilizarlos o reciclarlos en el hogar o en la oficina:

1. Abonar las plantas: Aunque lo parezca, nutrir las plantas con no es una locura. Sobre todo porque no solo vamos a sugerirte que lo introduzcas en la pila de compost sino también directamente en la tierra. Eso sí, los saquitos no biodegradables no están invitados.

2. Limpiar la madera: ¿Cómo es eso, dar brillo a la madera con un producto húmedo? Exactamente, no empapado sino ligeramente húmedo. Si preferimos hacer un líquido limpiador, hagamos una segunda infusión con los saquitos. La proporción es de dos bolsitas por cada medio litro de agua.

La preparación es realmente sencilla. Tan solo introducimos en una botella con vaporizador y listo, ya tenemos un limpiador para madera, con cuidado de secar bien tras aplicar.

3. Absorbe-olores y ambientador: Siguiendo con el mismo sistema, si aumentamos el número de saquitos, es decir, su concentración, conseguiremos un absorbe-olores natural. O, por ejemplo, dejemos que las bolsitas se sequen y aprovechemos el aroma que todavía desprende el té para ambientar espacios pequeños, como armarios, cajones, cajitas…

4. Repostería creativa: ¿Qué tal hacer unas galletitas con forma de bolsita de té? Será fácil, simplemente emulemos su forma rectangular y aprovechemos hilos y etiquetas de papel para darles ese toque original que tan increíble va a quedar cuando las sirvas a la hora del té. Por supuesto, lo suyo es que acompañen a una señora taza de té.

Saquitos de te
5. Cortar una herida: Las propiedades cicatrizantes de los taninos presentes en el té podemos activar la coagulación de la sangre simplemente con la aplicación del saquito sobre la herida. Funcionará si se trata de un pequeño corte.

A su vez, nos servirán para reducir la sensación de abrasión que producen las quemaduras. Según afirma la sabiduría popular, también pueden ayudarnos a tratar las verrugas. En este caso, dejar actuar durante media hora a diario ayudará a hacerlas desaparecer.

6. Fotos con un aire vintage: Si bien el té verde resulta efectivo para aplicar sobre la piel (caso de evitar el sangrado, tratar las verrugas o usar como mascarilla cosmética) el té negro será de gran utilidad para tintar superficies de distinto tipo.

Si ya vimos que broncearnos de forma progresiva era tan fácil como aplicar una bolsa de té negro por cara o cuerpo, también podemos hacer lo propio con las fotografías. Un poco locura, es cierto, pero el resultado valdrá mucho la pena. Sobre todo, si nos gusta el estilo vintage o conseguir efectos sorprendentes. La atmósfera cobrará un aire retro de lo más interesante. Si lo aplicamos sin saturar el papel, repetidas veces, la imagen no se estropeará.

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