Móvil que se carga con orina


Esto sí que es un teléfono móvil ecológico. No necesita un cargador de enchufe. Ni siquiera uno solar. Para recargarlo se usa el residuo humano por excelencia: la orina. El invento es de un grupo de científicos de la Universidad del Oeste de Inglaterra, en Bristol (UWE, por sus siglas en inglés).

El equipo de científicos ha conseguido cargar la batería de un teléfono móvil con orina humana. Para ello, han usado celdas de combustible biológico que se recargan con orina procedente de personas. Cabe aclarar que la carga es mínima. Por tanto, la idea no se puede comercializar… todavía.

Las utilidades prácticas, en caso de que la ciencia consiga mejorar el método, son obvias. Ya no se necesitará ningún enchufe para cargar los dispositivos electrónicos ni complicados o caros sistemas de carga a partir de energías renovables, como paneles solares o métodos de energía cinética. De este modo, se podrá recargar el móvil siempre que haya un ser humano cerca que tenga que hacer sus necesidades. En último caso, no tendrá más que beber agua u otro líquido para producir la materia prima necesaria para la carga.

Son los dos caminos que está recorriendo la ciencia para ayudar a esos usuarios que necesitan el móvil las 24 horas del día o bien en lugares donde no se puede acceder a la red eléctrica: aumentar la autonomía de las baterías o inventar métodos de carga autosuficientes, esto es, energía generada en cualquier momento y lugar.


Hace tiempo que se investigan métodos de recarga que se basan en el movimiento, como agitar enérgicamente (nunca mejor dicho) el dispositivo, para generar energía cinética. En ocasiones, se puede usar este tipo de métodos mientras los usuarios corren o andan.

Bacterias que producen energía

Pero la idea de usar la orina es totalmente novedosa. Ha sido el equipo del laboratorio de Robótica de la mencionada universidad con sede en Bristol, Inglaterra, el que ha desarrollado una pila de combustible microbiana (MFC) para que el invento funcione.

Dicha pila se compone de bacterias que descomponen la materia orgánica para producir energía. Para alimentar la pila, los científicos han usado orina humana. Con este método, han logrado producir suficiente energía como para recargar la batería de un teléfono Samsung y poder encenderlo, mandar mensajes SMS, navegar por internet y realizar una llamada de corta duración. La idea, pues, funciona. Ahora, sólo hay que mejorarla.

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