El consumo y la ecología son conceptos casi antagónicos. Lo serán por completo si en lugar de consumo hablamos de consumismo, casi una religión en los tiempos que corren, por lo que ser consumidores eco responsables es prácticamente una heroicidad.
En este post repasaremos cinco eco gestos que podemos hacer fácilmente en nuestro día a día. Básicamente, se trata de consumir menos y, por otro lado, también de consumir diferente. En este caso, como en tantos otros, querer es poder.
Reducir, reutilizar y reciclar
Las tres erres de la ecología son una suerte de micro guía que resulta muy práctica. Si reducimos, por ejemplo, estamos dando pie a volver a utilizar objetos que eran de un solo uso o utilidad, estaban en el olvido o que podrían convertirse en desechos.
A su vez, la reutilización está a un paso del reciclaje casero y, por qué no, también creativo. No siempre será posible o conveniente hacerlo, pero de algún modo las tres erres son distintas maneras de encontrar el modo de tener un eco gesto en función de las circunstancias.
Reducir el consumo
Si las tres erres son una sencilla manera de orientarnos a la hora de comprar menos, reutilizar y reciclar más, hacer un menor uso de recursos finitos es otro modo de reducir. Serán gestos eco amigables reducir el consumo de electricidad, de agua o, por ejemplo, de papel…
En el día a día tenemos mil y una oportunidades de hacerlo, desde no despilfarrar agua (también es interesante reutilizarla) hasta aprovechar la luz natural y tener cuidado en no dejarnos luces encendidas. Son eco gestos muy comunes, pero no por ello menos importantes, tanto por nosotros mismos como pensando en la importancia de predicar con el ejemplo.
En este sentido, los peques de la cada tomarán buena nota. No sólo a la hora de reducir el consumo, sino con respecto a cualquier otro gesto verde que realicemos. Será un plus que resulta motivador.
Practica el transporte sostenible
La movilidad sostenible puede practicarse de muy distintas maneras. Cada una de ellas, por descontado, es un eco gesto que podemos sumar a nuestro haber. La eco conducción supone menos gasto, más uso de la bici convencional, eléctrica, de los vehículos más sostenibles.
También habrá menos coches en circulación y contribuiremos a que la huella de carbono sea más ligera o, lo que es lo mismo, habrá menos polución ambiental y ayudaremos a frenar el cambio climático. Ser usuario del transporte público y, si es posible, adquirir coches híbridos, eléctricos o, aún más ecológico, no adquirir ninguno, significa apostar por el cuidado del medio ambiente.
Compras más ecológicas
A la hora de hacer la compra es fundamental no pasarse. Comprar lo justo y necesario, únicamente aquello que realmente se necesita. También importante decir no a los embalajes. Sobre todo, a los embalajes superfluos. Elegir formatos grandes o familiares (siempre que vayan a usarse, pues será peor el remedio que la enfermedad si buena parte acaban caducados o simplemente sin uso) es un eco gesto muy fácil de realizar.
Ante todo, evitar las mini dosis o las porciones individuales, puesto que aumentan los desechos de forma importante. También será clave evitar los productos desechables, de uso único, pues por lo general existen alternativas convencionales más ecológicas que, por otra parte, nos permite ahorrar.
Primar las compras locales
Consumir productos locales es hacer un favor al planeta y, por lo tanto, también a nosotros. No en vano, de la salud del entorno depende la nuestra.
Si además son productos ecológicos, entonces estaremos haciendo un eco gesto por doble partida, pues a la menor huella de carbono asociada al transporte contribuimos a un medio ambiente más saludable. Comer bio, por último, es un eco gesto que nuestro organismo nos agradecerá.