Esta iniciativa de la Comisión Europea, que entronca con el Pacto Verde Europeo, comienza con una fase inicial que tiene por objetivo movilizar a los arquitectos, artistas, empresarios y administraciones para poner en común ideas, necesidades y ejemplos de posibles proyectos que puedan llevarse a cabo.
Son proyectos que tienen que caracterizarse por el diseño, la inclusividad y la sostenibilidad con el fin de dar paso a todo un movimiento cultural verde, pero que a la vez pongan el foco en la mejora del estilo de vida tras la crisis generada por la covid-19.
Esta iniciativa, que también busca acercar esta mentalidad verde a las personas y hogares, pretende así unir sostenibilidad y estilo con la ayuda de las mentes creativas de todos los sectores de actividad relacionados con la arquitectura.
La Comisión Europea plantea este proyecto a largo plazo, ya que se prevé que dure 25 años o más. Un período en el que se irá avanzando en esta transformación verde para que la sostenibilidad forme parte de la vida de los ciudadanos y en su forma de relacionarse con el entorno.
En una siguiente fase, esta iniciativa pretende aunar tecnología y medioambiente para que trabajen de forma conjunta para conseguir una mejor calidad de vida en Europa sin tener que renunciar a la estética ni tampoco al confort.
Dentro de las líneas que también se quieren seguir están los premios de la Comisión Europea para reconocer proyectos que representen la integración de estos valores clave, así como la puesta en marcha de cinco proyectos piloto que se basen en esta nueva sostenibilidad y soluciones inclusivas que aúnen estilo y estética.
La tercera etapa se centrará en diseminar las ideas y conceptos de la nueva escuela con proyectos o redes que permitan compartir el conocimiento.
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]]>El desarrollo de estas baldosas se está llevando a cabo dentro del proyecto Life Cersuds, que está cofinanciado por la Comisión Europea en el 60%, con el fin de reducir el problema de las inundaciones y recuperar el agua de la lluvia en zonas como Benicásimm, en la provincia de Castellón. No obstante, la experiencia se podría extrapolar a otras localidades.
El método utilizado, que ha sido desarrollado en el Instituto de Tecnología Cerámica, en estas baldosas es innovador, ya que se basa en un sistema urbano de drenaje sostenible que se fabrica a partir de las baldosas cerámicas de desecho y que no tienen valor comercial.
Además, este sistema tiene la particularidad de permitir que el agua de la lluvia se recoja y se pueda reutilizar para, por ejemplo regar zonas ajardinadas, tratando a su vez de evitar esas inundaciones, pero también de minimizar los efectos del cambio climático.
Estos elementos dan como resultado la instalación de un pavimento permeable con adoquines cerámicos que se colocan sobre las bases drenantes para filtrar el agua y conducirla hacia un depósito o canal, que estará situado bajo el carril bici.
Este sistema con las baldosas cerámicas tiene también otra serie de ventajas, ya que contribuye a evitar la sobrecarga de la red de alcantarillado durante los picos de precipitación.
Además, tampoco se produce ningún impacto visual negativo porque los adoquines cerámicos están formados por piezas cerámicas de canto. De esta manera, la superficie queda compuesta por cintas delgadas de color terracota. Al ser las piezas cerámicas de diferente procedencia, se ofrece una gran variedad tonal.
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]]>Estas nuevas etiquetas han sido adoptadas en el seno de la Comisión Europea y serán utilizadas específicamente para los electrodomésticos con el fin de dar a conocer su eficiencia energética.
La gran novedad de estas etiquetas, que se visualizarán tanto en tiendas físicas como online, es el cambio que se hace en la clasificación, ya que ahora se incluye una única escala.
De esta manera, se elimina la clasificación A+ y A++, que era empleada para indicar los electrodomésticos más eficientes, por una única escala, que irá de la A a la G.
Se pretende así que la información sea mucho más clara para los consumidores y más fácilmente comprensible con el fin de favorecer la toma de decisiones en la compra de los electrodomésticos, ya que desde el Ejecutivo comunitario se considera que el sistema actual es confuso y que oculta diferencias reales entre los productos en materia de eficiencia.
Además, la Comisión Europea calcula que alrededor del 85% de los ciudadanos sí tiene en cuenta las etiquetas de eficiencia energética al comprar electrodomésticos. Un dato importante, sobre todo, si se valora que entre el 10% y el 25% de los productos que se comercializan no cumplen en realidad con los requisitos de la etiqueta.
La nueva etiqueta se aplicará a todos los electrodomésticos, incluyendo las lavadoras, frigoríficos y lavavajillas, así como a otros aparatos y productos electrónicos como los monitores de televisión. Igualmente, se empleará en las lámparas.
Para ver estas nuevas etiquetas, todavía habrá que esperar. Esta etiqueta se podrá ya visualizar a partir del día 1 de marzo del año 2021, quedando así un tiempo de adaptación al nuevo marco.
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]]>Este paquete de medidas ha sido acordado recientemente por los 28 países de la Unión europea. En concreto, se ha dado el visto bueno a que la normativa por la que se prohibirá el empleo de plásticos de un solo uso y para los que existen otras alternativas.
Una iniciativa que se quiere que entre en vigor en el año 2021 y que, además, comprende otras líneas de acción como la utilización de otros recubiertos con este producto.
La normativa afectará inicialmente a una serie de productos concretos como los vasos, platos, bastoncillos y pajitas que se empleaban para beber. En esta lista de productos también se añaden otros como los que se emplean para bebidas y son de poliestierno, cuya prohibición llegará también en 2021.
No obstante, la Comisión Europea será la que se encargue de elaborar las directrices para concretar lo que se considera plástico de un solo uso. También se incluyen algunas excepciones de dos años, con horizonte 2023, para los platos con revestimientos de plástico.
Y, para aquellos casos en los que no hay alternativas al producto plástico, se ha acordado tomar medidas a nivel nacional para evitar que aumente su consumo y empleo. Por ejemplo, se ha propuesto el establecimiento de algunos objetivos nacionales para ir avanzando hacia una reducción de manera sostenida.
Otra de las medidas apoyadas consiste en que los tapones y tapas de las botellas de plástico vayan unidas al cuerpo de la misma, quedando excluidas las botellas que son de cristal o metal.
Y otra propuesta importante es la relacionada con las empresas. En concreto, se pretende que los productores de plástico cubran los costes de limpieza. Además, se añaden más exigencias a las empresas que importen plásticos de un solo uso a Europa.
Sobre esta base acordada por los 28 países a nivel de embajadores, se deberá abrir ahora la negociación en el Parlamento Europeo. De momento, la primera reunión ya está prevista para la próxima semana.
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