Hacer una cesta con un trozo de cuerda


Quien tiene una amigo tiene un tesoro y, cambiando de tercio, quien tiene una cuerda …puede hacerse una cesta en un abrir y cerrar de ojos. Sí, mucho más prosaico, pero también tremendamente ecológico por aquello del ser un ejemplo de reciclaje casero tan socorrido como decorativo, útil y resultón.

Conseguirlo es tan fácil como rápido, sobre todo si la cuerda es mínimamente gruesa. Para hacernos una idea, necesitaremos aproximadamente un metro de cuerda para hacer una cesta medianita, si bien la longitud necesaria dependerá mucho del grosor de la misma.

Necesitaremos la cuerda, pegamento y pistola encoladora, una aguja de coser grande tipo pescador, un hilo de un color para mantener la cuerda sujeta y darle un atractivo toque cromático. Eso es todo, tan sólo con esto podemos ponernos manos a la obra.

Cómo hacerlas

Empezaremos encolando las puntas para que no se deshilachen y a continuación pegaremos la cuerda en forma de caracol, enroscándola con pegamento, avanzando conforme se vaya secando y sujetándola con las manos si fuera necesario para facilitar el secado. Una vez hecha la base, hemos de abordar los lados, subiendo pobo a poco y dándola la abertura deseada.


Conforme va tomando altura, vamos envolviendo el hilo en la cuerda para reforzar la sujeción y al tiempo hacer unos dibujos que quedarán de lo más creativos y personalizarán la cesta como deseemos.

Tal y como podemos ver en las imágenes, enrollar el hilo es algo optativo y puede hacerse tanto formando dibujos como de forma uniforme, creando una red de hilo que sujete el conjunto de la cesta de arriba a abajo y variando los colores a placer. Por lo demás, según la forma y altura que le demos y dependiendo del tipo de cuerda que tengamos y del hilo conseguiremos unos resultados realmente distintos, todos ellos únicos.

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