Ideas para reciclar sábanas viejas

Cuando las sábanas empiezan a pedir a gritos la jubilación, tirarlas a la basura es una auténtica pena. No solo porque hacemos penar al planeta, sino también porque desperdiciamos la oportunidad de darles una segunda, tercera o enésima vida convertidas en algo que muchas veces ni imaginamos.

En este post no queremos penas, así que vamos a sugerir algunas ideas prácticas y otras más bien estrafalarias, pero la mar de chulas y originales, para que las sábanas de algodón encuentren el camino verde de la manera más exitosa. ¿Te atreves?

Ideas fáciles y prácticas

Empezar por lo más básico siempre es interesante. Lo más básico en cuanto a sencillez de preparación y de uso. Por ejemplo, las sábanas son una excelente materia prima para hacer retales a tutiplén.

Lógicamente, la pregunta que viene a continuación no es otra que cuestionarnos el uso que vamos a darles a esos retales. Si son de algodón, las posibilidades son muchas, desde utilizarlos como paño o gamuza par quitar el polvo, limpiar los cristales, secar el coche y similares. O, pongamos por caso, será práctico cortarlas en forma rectangular, de un tamaño algo mayor, parecido al de una toalla de manos, y usarlas para no llenarnos de pelos cuando nos lo cortemos en casa, ya sea el cabello o afeitándonos.

Si queremos dar un uso todavía más rápido, que ni siquiera requiere coger las tijeras, simplemente guadémoslas para cuando surja la ocasión. La pintarán calva, como todas las oportunidades que merecen la pena, y sabremos que ha llegado el momento de sacarlas y darles todo el protagonismo que merecen cuando haya que cubrir los muebles de la casa.

Nos vendrán de perlas para prepara la casa antes de una reforma (también suele ponerse encima de la sábana un plástico) o para evitar que los muebles cojan polvo durante nuestra ausencia. Si vamos a ausentarnos largas temporadas será la solución perfecta. Además, tener de distintos tamaños será muy práctico. Usaremos las pequeñas para cubrir sillas, mesitas, etc. y las grandes para muebles de mayor tamaño.

Algunas ideas originales

Pasar de lo esperado a lo inesperado es tan fácil como plantarse delante de una pila de retales de sábanas viejas de distintos estampados y tamaños y empezar a imaginar, a inventar, a crear y, todavía mejor, a hacer un poquito el loco. ¿Qué tal si los convertimos en fundas de almohada, y por qué no hacer alguna que otra para nuestra mascota?

Si lo nuestro es la aguja y el hilo o queremos lanzarnos a la increíble aventura del diseño creativo, seleccionemos aquellos retales más decorativos o simpáticos y vayamos a por todas convirtiéndolos en un complemento o detalle original que añadir a ropa vaquera. El mundo del quilting, versión del patchwork que consiste en crear dos capas de tejido y coser un relleno entre ambas para hacer el cubre más mullido, también deberíamos tenerlo en cuenta.

Si el estampado es especialmente bonito, nada como convertirlas en retales que nos hagan las veces de envoltorio de regalo. Será realmente original abrir el regalo desanudándolo… Y además es reutilizable, con lo que ahorras tiempo, dinero y la sorpresa está asegurada. Eso sí, el resultado ha de merecer la pena, no vale cualquier retal de sábana. El buen gusto es la mejor brújula en estos casos.

Las bolsitas para introducir hierbas aromáticas secas o bolitas de madera e incluso piñas rociadas con aceites esenciales son otra posibilidad. O, puestos en plan infantil, las cortinitas es otra opción estupenda. El resultado será de lo más cuco y encantador si usamos lo retales para hacer cortinitas o ropa de cama e incluso manteles y servilletitas en una casa de muñecas. ¿Que el peque tiene una camita para sus muñecas y las sábanas brillan por su ausencia? ¡Entonces ya tenemos un nuevo proyecto!

O, ya en plan artesano, pero igualmente fácil, construyamos un teatro de guiñol reciclando cajas de cartón o haciendo una estructura con trozos de madera desechada que bien pueden ser de palés. Así de fácil, divertido y eco-amigable.