Sillas y sillones ecológicos

El diseñador polaco Pawel Grunert se ha especializado en diseños ecológicos, reutilizando materiales de desecho. Grunert estudió Arquitectura de Interiores en la Facultad de Bellas Artes de Varsovia. En 1990, se graduó con honores en el Laboratorio de muebles con un trabajo titulado “Mi silla”. Desde entonces, ha creado diversos modelos de sillas con diseños espectaculares.

Pero no sólo sillas, también otros muebles, objetos, esculturas y disposiciones espaciales de habitaciones y locales. Su obra de ecodiseño se encuentra a medio camino entre los objetos prácticos y el arte y ha entrado a formar parte de colecciones privadas de arte, así como en museos nacionales e internacionales.

Uno de los más originales diseños de Grunert es la silla SIE43, creada para la Edizioni Gallerie Colombari en Milán, en 2009, y que formó parte de la exhibición ECO-TRANS-POP. Es una estructura de metal soldada para dar forma a la silla que incluye las patas. Sobre esta estructura, se fijan las botellas desde el cuello simulando un cojín y generando una pieza de mobiliario cómoda, funcional y ecológica, pues reutiliza contaminantes botellas de plástico PET.

Y, para los que quieran un sillón que respeta el medio ambiente y, además, obtener un rincón íntimo, puede optar por el sillón Hush, diseñado por Freyja Sewell. Es versátil y funcional.

Está pensado para esconderse en lugares concurridos o ruidosos. Inspirado en una flor, el sillón se puede abrir o cerrar. Abierto, sirve para esconderse dentro. Cerrado, como cómodo y clásico sillón. Además, está fabricado con fieltro de lana biodegradable y el relleno de los cojines es de lana reciclada. Todo, cosido a mano.

Otra útil característica es su facilidad en el traslado. El pequeño refugio se puede colocar en cualquier lugar y se lleva fácilmente debido a su poco peso. El único inconveniente es que su uso en lugares cálidos no es muy recomendable, ya que la lana que lo envuelve transmite bastante calor.