Darle uso a la piel de limón puede parecer complicado. Si bien es cierto que su pulpa está amarga y su piel anda en tres cuartos de lo mismo, no por ello debemos renunciar a encontrarles mil y una utilidades para usos domésticos, cosméticos y culinarios.
En este post vamos veremos algunas maneras sencillas y rápidas de darle uso a la piel del limón. En realidad hay muchas más, tantas como inventemos, y lo suyo es conocer un sinfín de ellas. Cuantas más, mejor…
Cómo usar la piel del limón
De hecho, la clave de encontrarle el uso apropiado en cada momento es precisamente conocer diferentes formas de aprovecharlo para así evitar que acabe yendo al cubo de la basura. Y eso, lógicamente, lo da la experiencia y ser imaginativos.
1. Adiós grasa en la cocina: Las pieles de limón pueden ayudarnos en la limpieza del hogar. Por ejemplo, aplicar directamente sobre superficies grasas, como sartenes o el mismo fregadero o alicatado, idealmente incluyendo restos de pulpa.
Es un uso muy efectivo que será de gran utilidad para dar salida a los limones que usamos para exprimir. Nos ayudará a acabar con suciedad difícil, pero a su vez podría dañar superficies delicadas, por lo que se aconseja hacer antes una pequeña prueba en un lugar poco visible.
2. Perfumar ambientes interiores: Las cáscaras de limón secas desprenden un delicado aroma a cítrico que puede ayudarnos a hacer el típico popurrí con ingredientes caseros, añadiendo también especias, como el clavo, o hierbas aromáticas secas. Si ayudamos con unas gotas de aceite esencial el aroma será más intenso y podremos personalizarlo fácilmente.
3. Repelente de mascotas: Colocar de forma estratégica piel de limón justo donde no queremos que se acerque nuestra mascota puede ser de gran utilidad. No siempre funciona, hay que decirlo, pero ayuda a controlar las micciones indeseadas y, en general, los lugares prohibidos. Aunque, al final, la última palabra ya sabemos quién la tiene…
4. Un toque de limón a tus platos: Rallando las pieles del limón y dejando secar la ralladura al sol o en el horno obtendremos un resultado estupendo para dar un toque de sabor, aroma y color a nuestros platos.
Incluyendo la repostería, en cuyo caso nos dará mucho juego convertirlo en polvo y tenerlos siempre listo. Si lo preferimos, podemos secarlas y luego congelarlas o hacerlo directamente.
5. Belleza verde: A la hora de hacernos un peeling, ese mismo polvo de limón que tenemos guardado en la cocina puede servirnos para una piel más purificada y libre de impurezas. Además, nos ayudará a blanquear las zonas más ennegrecidas por el sol, como rodillas, codos o nariz, pongamos por caso.
Mezclando sal marina, aceite vegetal (aceite de oliva, de almendras dulces, etc.), ralladura o polvo de piel de limón obtendremos un peeling natural. Por último, si acostumbramos a hacer jabones caseros, también podemos darle uso al polvo de limón o de otros cítricos. No solo aportará aroma sino también las propiedades del limón, que podemos intensificar con unas gotas de aceite esencial.
No olvidemos que la piel de limón tiene más propiedades que su pulpa. Por lo tanto, al aprovecharla estamos haciendo un favor al medio ambiente y también a nuestra salud, además de ser una manera muy fácil de ahorrar un dinerito.
Para beneficiarnos de sus propiedades al máximo es clave elegir fruta ecológica. La piel del limón, en concreto, es muy cerosa, con lo que absorbe mucho los pesticidas y cuesta eliminarlos con un solo lavado. Por lo tanto, con mayor razón es importante que sean frutas ecológicas y, aún mejor, si además los hemos cultivado nosotros en nuestro pequeño huerto.