El creador de esta gran idea se llama Alfonso Cuervo. Es una mezcla de inventor y hombre de negocios: ha diseñado el aparato, sí, pero también ha elaborado un plan de negocio de más de quinientos folios. Gracias a este esfuerzo (y a su gran idea) ha conseguido el premio otorgado por la Fundación Everis y por el CEEI (Centro Europeo de Empresas Innovadoras).
Hablamos de Aquareturn, un dispositivo sencillo, pero que medioambientalmente es muy eficiente. Es un aparato de un tamaño similar al de un tetrabrick de leche que ahorra agua y energía. La virtud radica en su sencillez. Cuando se abre el grifo del agua caliente, no sale ni una sola gota por el grifo hasta que no alcanza la temperatura que el usuario ha elegido. De este modo, se pueden ahorrar miles de litros cada año en el hogar donde se instale Aquareturn.
Alfonso Cuervo calcula que para comenzar a producir a escala industrial su producto se necesitan entre 3,5 y 4 millones de euros. Los grandes grupos energéticos de España ya están interesados en el invento. La patente internacional supone una inversión de más de un millón de euros. En principio, si todo va bien, comenzará a fabricarse y comercializarse en unos meses, durante 2012.
Además, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, subvencionará a fondo perdido entre un 25 y un 30% la adquisición del aparato. Incluso cabe la posibilidad de que se plantee una reforma en el Código Técnico de la Edificación para que este sistema Aquareturn sea obligatorio en las nuevas construcciones.
Saldrá a la venta, según cálculos del propio creador, por entre 200 y 250 euros. Una familia de cinco miembros amortizaría esta inversión ahorrando agua y energía en tan sólo un año y tres meses. El inventor lo está probando en su propia casa y el Aquareturn lleva funcionando tres años.
El agua es un recurso muy valioso que, cuando toca el lavabo, se convierte en un residuo, ha explicado gráficamente Alfonso Cuervo. Según sus cálculos, cada persona desperdicia al año unos 7.000 litros de agua y, además, algo de energía. Según este empresario-inventor, lo que se desperdicia cada año en España a través del grifo es el equivalente al volumen anual del trasvase Tajo-Segura o a lo que la Comunidad Valenciana pide del Ebro. Habría que apostar por inventos como el Aquareturn y olvidarse de las luchas políticas entre comunidades autónomas.