Biblioteca urbana natural en troncos de árboles


En ocasiones, los árboles de una ciudad mueren. Sus anchos troncos quedan ahí, en medio de una calle, sin vida. ¿Qué hacer con ellos? ¿Talarlos? En una ciudad alemana han tenido una idea mejor. Usarlos como estanterías públicas para colocar libros. Así es, algunas personas dejan en esos troncos libros y otras los recogen para leerlos.

La idea se lleva a cabo gracias a la plataforma BookCrossing, que impulsa la compartición de libros en espacios públicos. A este original programa lo han llamado Forest Books (libros en el bosque) y se lleva a cabo en Berlín, en el distrito de Prenzlauer Berg. Se pueden dejar los libros en los huecos del árbol habilitados para tal efecto, que tienen un plástico para protegerlos de las inclemencias del tiempo.

Se podría considerar una biblioteca urbana natural, un lugar de intercambio de libros que no necesita bibliotecario ni carné, ya que se basa en que los usuarios son responsables de volver a dejar el libro que se llevan o cualquier otro. Los vecinos del barrio son los que más lo usan, aunque no hay restricciones para usarlo.

La biblioteca urbana natural está compuesta por tres troncos cortados a distintas alturas, de modo que simula una moderna escultura, que hace recordar a un bosque, pero también a las antiguas cabinas de teléfono públicas. Hay tres o cuatro estantes tallados en cada uno de los troncos protegidos con una cubierta de plástico que se puede retirar fácilmente.


Se pueden colocar, como máximo, un centenar de libros de tamaño medio en total. La temática de los libros depende de los usuarios. Pero parece que hay bastante variedad: novelas populares, libros de historia y libros para niños y jóvenes. La mayoría en alemán, pero también hay algunos en inglés. La idea se puso en práctica en 2006 y tenía fecha de caducidad: junio de 2008. Pero ha tenido tanto éxito que se ha continuado con ella.

Además, justo enfrente hay un café. Leer un libro disfrutando de un té bien caliente puede ser un buen plan para una fría tarde berlinesa.

Deja una respuesta