Poco o nada aerodinámicas, estas curiosas bicicletas que permiten cargar bultos a tutiplén retan a los principios básicos del desplazamiento sobre dos ruedas, aunque, todo hay que decirlo, a menudo lo hacen con mucho más éxito del augurado. Si ya vimos la camioncyclette, aquella increíble bici que soportaba hasta 150 kilos de carga, repartidos en sendas cestas, delantera y trasera, ahora llega un triciclo que se suma a la amplia oferta de bicis funcionales, especialmente diseñadas para este uso.
Se llama MK1, viene desde Copenhague, Dinamarca, donde se utilizan bastante este tipo de vehículos y, según cuenta el padre de la criatura, Butchers and Bicycles, su punto fuerte es su facilidad de conducción o maniobrabilidad sumada a una rapidez relativa, pero no por ello menos apreciable.
Dispone de tres ruedas, por lo que más que una bicicleta se trata de un triciclo, al que se le ha añadido un sistema de inclinación, un marco de aluminio, una transmisión por correa, frenos de disco hidráulicos tecktro, y una hermosísima caja de carga en plástico de alta densidad para ofrecer justo lo que se le pide a este medio de transporte.
Llevar a los niños
Su aspecto parece prometer una conducción agradable sin grandes sobresaltos, tal y como sería lógico teniendo en cuenta la enorme carga que puede asumir el cajón, pensado para llevar alimentos e incluso personas con cinturones de seguridad y asientos para niños como accesorios.
El coste monetario es un aspecto que sí encuentra baches difíciles de sortear, al menos a mi humilde entender. El precio de venta ronda los 5.000 dólares y puede subir hasta cerca de 7.000 dependiendo del modelo, un dinerito cuyo peso no se ve aligerado, visto lo visto. Quizás valga la pena la calidad del producto, al menos en teoría. Demasiado caras, en suma.