La dieta mediterránea es saludable y figura entre las mejores del mundo. Sin embargo, en los últimos años se están cambiando los hábitos de alimentación entre las personas. Y no solo por la introducción de la llamada comida basura, sino también por la proteína vegetal. Un cambio que comenzó con la hamburguesa vegetal y al que le han seguido otros preparados que simulan la carne, pero que están hechos con plantas. Esto parecía que no iba a llegar muy lejos, pero se ha abierto paso y cada vez gana más adeptos. Una prueba de ello es el consumo de proteína vegetal está creciendo en todo el mundo.
El consumo
Y no solo eso porque este tipo de productos no solo se demandan en restaurantes especializados, sino que también son muy solicitados en establecimientos de comida rápida y en los supermercados.
Este crecimiento lleva a estimar que el mercado de los alimentos sustitutivos de la proteína animal pase de los 26.000 millones de euros a superar los 143.000 millones de euros en 2030, según informe de Bloomberg Intelligente. Esto supone el 7,7% del mercado de proteínas.
Un mercado, que según el informe, estará dominado por la región de Asia-Pacífico, seguida de Europa y Norteamérica, Latinoamérica, Oriente Medio y África. Además, también se están abriendo paso otras alternativas a productos como la leche y el pescado con el auge de la concienciación por el medioambiente y la salud.
Tendencias geográficas
No obstante, estos crecimientos difieren por áreas. Por ejemplo, en países con gran tradición de lácteos y cárnicos como Italia o Francia el crecimiento de estos productos sustitutivos es menor. Por el contrario, hay un buen comportamiento en países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania.
Y, ¿qué sucede en España? En este país, se ha producido un aumento del 48% en los dos últimos años con un volumen de más de 250 millones de kilos o litros. Se experimenta un mayor crecimiento en los sustitutivos cárnicos, que crecen el 16%, así como en las bebidas vegetales.
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