Crear mapas con esponjas recicladas


Un cúter y unas cuantas esponjas desechadas bastan para realizar un mapa multicolor de lo más original, y sin grandes complicaciones. La idea, sin embargo, ha sido lo realmente difícil, la auténtica genialidad, a juzgar por los llamativos resultados.

El estadounidense Jeffrey Price Allen fue quien tuvo la idea de utilizar esponjas suaves para crear coloridos mapas a gran escala geográfica, y ahora nosotros podemos copiarla, es decir, inspirarnos en ella para hacer mucho más.

Una vez visto el atractivo resultado en el campo de la cartografía, se abren mil y una opciones creativas, que abarcan desde la representación de cualquier otro dibujo u objeto hasta la posibilidad de crear figuras tridimensionales.

Mapas gigantes

Eso sí, hay que reconocer que lograr la perfección de sus mapas no es tarea fácil, no sólo por la minuciosidad de los bordes, recortados con mimo y exactitud, sino también por la elección de los distintos colores y texturas para el logro de un resultado sorprendente.

Los mapas de Price son de tamaño gigantesco, y para él el resultado es «una especie de metáfora de que América está agotada y sucia.» Pero su actividad no se detiene, y sigue comprando esponjas pensando el color que necesitará cuando las recicle, es decir, cuando las utilice para seguir creando mapas.


Este creador ha necesitado más de tres lustros para reunir el material. Han sido necesarias montañas de esponjas desechadas que, como tales, para él también son un símbolo de la cultura (o incultura) del consumismo que nos envuelve.

Además, construir mapas con estos objetos desechados cumple otro cometido: ponernos un espejo delante, a modo de paisaje lleno de basura, formado por países, regiones, continentes… hasta llegar a conformar el planeta entero. Sin duda, todo un mensaje sobre el que reflexionar.

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