Diversas organizaciones defensoras de los animales han lanzado una campaña para esta Navidad en la que recomiendan no caer en el consumismo absurdo (¿hay otro tipo de consumismo?) y abstenerse de regalar una mascota o animal exótico. No sólo no se puede estar cien por cien seguro de que el animal vaya a estar bien cuidado el resto de su vida, sino que, en muchos casos, pueden ocasionarse graves problemas ecológicos si un animal queda suelto en un hábitat que no es el suyo.
En último caso, si se está totalmente decidido a regalar o a pedir a los Reyes Magos un animal, es preferible adoptar alguno de los 150.000 gatos o perros que han sido abandonados durante los últimos meses.