Fachada con puertas reutilizadas


De nuevo nos encontramos con una acción artística que también tiene una buena parte de ecologismo. O viceversa. Se originó en la mente del artista surcoreano Choi Jeong-Hwa. Se trataba de restaurar un viejo edificio de diez plantas. Ahora es uno de los edificios más vistosos de la capital surcoreana, Seúl, ya que Choi Jeong-Hwa reutilizó para la fachada unas mil puertas. Así, visto desde el exterior, este edificio se ha convertido en uno de los más originales, vistosos y coloristas de la ciudad.

Además, es una llamada de atención para cualquier transeúnte que lo vea para transmitirle las ideas de reutilización y reciclado de cualquier objeto y para cualquier uso que uno pueda imaginar.

Las puertas fueron colocadas en 2009. Tienen distintas formas y colores y se extienden a lo largo de los diez pisos con los que cuenta el edificio. Las puestas de colores recuerdan, aunque concentradas, a las puertas de colores de las casas de Irlanda. En todo caso, lo que es seguro es que el edificio es uno de los espacios de arte público más atractivos de Corea, al tiempo que ecológico y de la nueva arquitectura.

Choi comenzó su carrera como artista y diseñador, como tantos otros en los últimos tiempos, cuando veía en las calles de la ciudad los montones de desechos y el material tirado en las obras en construcción. Desde entonces se interesó en trabajar con el arte pensando en el contacto directo con la gente, desarrollando obras a partir de materiales reciclados y transformando espacios urbanos para volverlos irrepetibles.

Son acciones que enfatizan el trabajo con materiales sin valor. El artista ha declarado que está interesado en exponer sus obras fuera de los museos de arte. Tampoco le gusta que haya que pagar en los museos. Prefiere trabajar e interactuar con la gente, fuera, en las calles, en la vida.

Una forma de arte que combina lo artístico con lo social y lo medioambiental, sin por ello restarle un ápice de creatividad y atractivo.

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