Reciclar o reutilizar un sombrero es todo un ejercicio de creatividad, y los resultados suelen ser muy originales, en ocasiones hasta simpáticos, y es que los sombreros son accesorios que dan mucho juego para vestirse y para decorar nuestro hogar.
Del mismo modo que un sombrero puede cambiar el atuendo de cualquier persona y transformarlo al momento, en un abrir y cerrar de ojos, también tiene un gran poder para convertir cualquier rincón de la casa, pared o puerta, pongamos por caso. Su versatilidad, por otra parte, tendrá mucho que ver con nuestro buen gusto y los añadidos (adornos, fulars, cintas, etc.) que le coloquemos, otra manera de reciclar y reutilizar botones, bisutería, cuerdas, flores secas, hebillas o, por ejemplo, retales viejos.
Crear ambientes
En esto de crear atmósferas tienes dos posibilidades: o decoras el ambiente a partir del sombrero que tengas o, el caso más habitual, adaptas el sombrero a ese rincón, aprovechando su diseño, color y pequeños arreglos que puedas hacerle para que se integre bien.
Las ideas son casi infinitas. Por ejemplo, basta con colgar uno o varios sombreros de la pared para conseguir que la pared quede vestida (tanto uno como varios e incluso muchos), o colgarlos en el cabezal de una cama, al respaldo de una silla o mecedora de un modo estratégico… y también quedan preciosos sobre baúles, decorando aparadores, estanterías o cómodas.
En función de la cinta o fular que le lleve o le añadas, así como de su material y diseño puedes hacer guiños de estilo retro, vintage, moderno e incluso hacer un pequeño homenaje a tus actores y actrices favoritos, superhérores o personajes de cómic y series preferidas.
Convertir un sombrero en un centro de mesa también es una original idea que crea ambiente. Siempre que tengamos buen gusto a la hora de elegir el tipo de sombrero y el relleno (fruta, flores o pequeños objetos decorativos), el resultado valdrá la pena.
Ideas para quitarse el sombrero
La imaginación es amiga de los sombreros, sobre todo cuando quieren escapar de las cabezas y de las perchas y encontrar lugares distintos para aterrizar. ¿Y, entonces, qué tal si hacemos una lámpara? Encender la bombilla de la imaginación es iluminar ideas como ésta, aunque algunas casas de diseño ya han dado el do de pecho con esta idea, en especial con sombrero de copa o bombines.
Es factible hacer lámparas de pared, de techo y de sobremesa. Simplemente, la pantalla en este caso es el sombrero, así de fácil, aunque hay que reconocer que si no somos unos manitas es mejor no intentarlo, sobre todo cuando hay que estar en contacto con la electricidad. O, en todo caso, pidamos a alguien que sí lo sea que nos lo haga, porque en realidad es sencillo, sobre todo si aprovechamos la estructura de una vieja lámpara.
Colocarlo del revés, a modo de recipiente, y fijarlo en la pared, es un modo de tener una espacio donde poder colocar desde cartas o llaves hasta flores. O, si prefieres convertirlo en una cesta aprovecha aquellos que tienen unas alas flexibles, como los sombreros de paja, para añadirles una o dos asas (cuerda u otros materiales como retales trenzados o los aros de los tapones de las botellas de plástico…) del tamaño deseado. trenzar con cuerda u otro material, una asa.
Y, cómo no, los sombreros que parecen condenados al olvido serán perfectos para disfrazarse, ideales para hacer fotos preciosas a los niños pequeños, incluso para disfrazarlos fácilmente, sin necesidad de molestarlos con disfraces agobiantes y, por último, en plan top secret, cuélgamos de la pared con un gancho para esconder algo debajo.