Las viejas escaleras de madera son un auténtico filón para el reciclaje creativo. Aunque puedes encontrarlas cuando menos lo esperas, pues son muchas las que acaban en la basura, también es cierto que no todas tienen las mismas posibilidades.
Puede decirse que encontrar una escalera vieja, del tamaño que necesitamos y en buenas condiciones es todo un éxito. Pero tampoco ha de ser un drama que la escalera sea de un tamaño excesivo. Como dice la sabiduría popular, a grandes males, grandes remedios y, en este caso, un buen serrucho puede hacer milagros.
Decoración fácil y original
Veamos cómo transformar una feucha escalera de madera en un práctico mueble con estantes, o en una estantería mural. O, por qué no, colguémosla del techo… Si buscamos originalidad y un toque diferente en cualquier estancia, la escalera es una solución fácil, rápida y estilosa.
Como puede verse en las imágenes, bastará con colocarla abierta, como si fuésemos a usarla, sin más complicaciones. Normalmente, además, arrimada a la pared, si bien esto no ha de ser necesariamente así. De hecho, una o varias escaleras servirían perfectamente para separar ambientes, a modo de biombo o similares.
Si la escalera es doble y se abre sólo en uno de los lados, quedando el otro en ángulo recto, será perfecta para colocarla pegada a la pared. En el caso de que, además, sea de tamaño pequeño, casi tendremos el reciclaje hecho. Simplemente pasaremos una mano de pintura o un barniz o, si queremos conservar su aspecto viejuno la restauraremos preservando e incluso potenciando su aire rústico.
Otra opción es poner unas tablas de parte a parte, factible cuando la escalera es doble, lógicamente. O, por qué no, colocándolas entre dos escaleras simples también obtendríamos un excelente resultado. Jugar con los colores a la hora de pintar la escalera y/las baldas es aquí una baza que no debemos dejar pasar para lograr efectos increíbles.
Los usos son casi infinitos. Desde guardar la vajilla para que luzca, bien a la vista, colocar macetas o utilización como mueble multiuso, sobre el que colocar todo aquello que deseemos. Con gracia y buen gusto, un par de escaleras dobles y un par de baldas pueden convertirse en un original aparador.
Percheros y organizadores
Ya se sabe, con el reciclaje creativo, siempre y cuando haya posibilidad de llevar a cabo las ideas, la imaginación manda y además es un plus. Lógicamente, los proyectos dependerán del tipo de escalera que tengamos.
Si es una escalera simple, la típica de los bomberos, escaleras que se apoyan sobre la pared, atrevámonos también con las ideas más locas. Entre otras, apoyémosla sobre un par de eles de madera, pintemos de un color atrevido, alegre y desenfadado, y listo, tendremos un altillo estupendo, sobre el que poder colocar cajas o cualquier tipo de objetos. Los escalones, por su parte, harán igualmente la función de barras ideales para colgar perchas e incluso una pequeña lámpara.
Si estamos dispuestos a reciclarlas, un poco de bricolaje (por ejemplo uniendo la parte superior con un simple listón de madera y la inferior con un par de baldas escalonadas) conseguirá transformar un par de escaleras simples en un práctico organizador, en el que poder colgar ropa y accesorios.
Conseguir una estantería para ordenar los libros de bolsillo y, en general, libros de pequeño tamaño u objetos decorativos como marcos de fotos y demás, será tan fácil como colocar una estantería en la pared, en horizontal. Si colocamos varias, una a continuación de otra, lograremos una estantería el doble de larga, obviamente, con la posibilidad de ajustarlo a la medida que nos interese, adaptándolo a las dimensiones de un sofá, de una cama, en cuyo caso tendremos un original cabecero.