Lavar la ropa casi sin agua y sin recurrir a productos químicos es la propuesta de una empresa del Reino Unido que está desarrollando un prototipo de lavadora que permite ahorrar agua, energía y, por tanto, prácticamente no perjudica al medio ambiente.
Le empresa que impulsa la genial idea es Xeros. Para su diseño se han basado en investigaciones llevadas a cabo por expertos de la Universidad de Leeds. Las características son asombrosas: consume un 90% menos de agua que una lavadora convencional y utiliza un 40% menos de energía.
Sus creadores han hecho algunos cálculos. Por ejemplo, si se reemplazaran todas las lavadoras tradicionales en Estados Unidos con este modelo ecológico, se ahorrarían 1.200 millones de toneladas métricas de agua por año, el equivalente a 17 millones de piscinas. Sería como quitar de circulación cerca de cinco millones de automóviles.
Para lavar la ropa, la máquina usa unas pequeñas bolas de nailon, un poco de detergente y una cantidad mínima de agua. Esas pelotitas de nailon son las que permiten eliminar las manchas. Al mezclarse con la ropa húmeda, absorben la suciedad atrapada en los materiales.
El proceso fue descubierto por el profesor Stephen Burkinshaw, un especialista en química textil, que, después de estudiar durante años cómo los polímeros plásticos absorben la tintura para cambiar de color, los usó para comprobar su capacidad de absorber las manchas. Estas bolsa mágicas quitan manchas como las de salsa de tomate, hierba o suciedad en general, aunque no puede con las manchas de café o té.
Las pelotitas quitamanchas resisten hasta quinientos lavados, ha señalado Steve Jenkins, director técnico de la empresa Xeros. Después, se pueden reciclar o reutilizar.
Además, la ropa sale casi seca (por lo que no hay que usar secadora) y con muy pocas arrugas. Los expertos trabajan en la fase final de un prototipo de máquina industrial, pero, en tres años, podría estar disponible para uso doméstico.
El precio puede ser entre un 10 y un 15% mayor que el de una lavadora tradicional.