Las pieles de frutas y verduras dan para mucho. Ya vimos en un anterior post que podíamos darles un sinfín de usos en el jardín, en la cocina y a la hora de hacernos tratamientos de belleza caseros.
En este post vamos a dar nuevas ideas que puedes aplicar en esos mismos usos y otros diferentes. Es lo que tienen las ideas de reciclaje, la inspiración no deja de inventar más, y más….
En efecto, son como un pozo sin fondo, y apostamos a que ponerlas en práctica tendrá un efecto multiplicador. No solo porque las contagiarás a las personas de tu alrededor, o del mundo entero si tiras de redes sociales, sino por una razón mucho más poderosa: se reproducen por generación espontánea. Básicamente, cuanto más las utilices más nuevas ideas se te ocurrirán, y tanto el bolsillo como nuestro planeta lo agradecerán.
Limpieza del hogar
La limpieza del hogar es uno de los usos más socorridos y efectivos. Más allá de los cítricos, para eliminar la grasa de las superficies de la cocina podemos pasar otras pieles ácidas, como la de tomate o la de la manzana.
Tras frotar (cuidado con las superficies delicadas) insistiendo en los casos difíciles, lavar o enjuagar, así de fácil. Muy probablemente podremos sacarle el mayor partido a las pieles del limón y demás cítricos.
Mascarillas de belleza
Las pieles de fruta y vegetales en general son idóneos para tonificar la piel. Podemos aplicarlos en forma de mascarilla o pasando la piel, como si de un algodón se tratase. Igualmente, picarla será una manera fácil de combinar varias pieles y mezclarlas con otros ingredientes para hacer nuestras propias fórmulas.
Para lograr los mejores resultados, usemos tomate y cítricos para aclarar la piel (efecto peeling), la piel de aguacate para nutrirla y, por ejemplo, el pepino o la manzana para tonificarla. Estudiemos sus componentes, propiedades astringentes, vivificantes o hidratantes y aprovechémoslos en función del tipo de piel y necesidades.
Un jardín eco-amigable
Además de hacer compost o de usarlas como pesticida natural enteras o picadas, la piel de los vegetales picada puede servir de alimento a algunas aves. No todas las especies pueden comer frutas, y ni siquiera todas las frutas.
Generalizando, sin embargo, la dieta de las aves debe contener alrededor de un tercio de verduras y un cinco por ciento de frutas. A modo de precaución, tengamos cuidado con las semillas de las frutas, y también con algunas pieles, como la de las ciruelas o duraznos, entre otras. En función del tipo de pájaros que frecuenten nuestro jardín podemos elaborar un menú mezclando alpiste y trozos de fruta con su piel.
Comerlas con piel
Nuestra última sugerencia es tan sencilla que ni siquiera es necesario pelar la pieza de fruta o verdura. Simplemente, cómelas enteras. Cocinar con pieles sobrantes permite añadir sabor a sopas y salsas, así como a la repostería casera.
Por otra parte, nos será más fácil utilizarlas directamente sin pelar. Las frutas y los vegetales de ensalada nos lo ponen fácil en el caso de la manzana, pera, pepino o pimiento, pongamos por caso, y más complicado si se trata de la patata o, por ejemplo, el plátano.
Aunque no lo parezca, la piel del plátano puede comerse. Tal y como dijimos en un post dedicado al reciclaje de la piel de esta popular fruta, incluso hay recetas deliciosas en la tradicional cocina hindú.
Aunque no siempre es posible o será de nuestro agrado, en muchas ocasiones hacerlo puede hacer una diferencia a nivel nutricional y de reducción de desechos. Eso sí, opta por los productos orgánicos pues la piel es el lugar donde más se acumulan los pesticidas.
Me parece genial reciclar las peladuras de frutas y verduras de la diferentes maneras que he leído por aquí. aunque comerselas ya lo veo más complicado por los pesticidas. Pero es cierto que tirarlo a la basura es una pena.
Hola Rosa,
Es cierto, cuando son frutar orgánicas las posibilidades de reutilización se multiplican. Otra ventaja de lo ecológico : ))