Generar electricidad mientras nos balanceamos durmiendo a un bebé, acariciando a un gato, leyendo o, simplemente, relajándonos, es posible con esta curiosa silla mecedora. Aúna la comodidad de un mueble tradicional con una tecnología moderna, que bien podríamos encontrar en cualquier gadget de última generación.
Todavía se encuentra en fase de prototipo, pero ya tiene su aspecto definitivo, salido de la mente de Igo Gitelstain, un estudiante de diseño que lo presentó tan acabadito como se ve en las imágenes para graduarse en la universidad de Israel Shenkar.
Tan flamante trabajo de graduación, lógicamente, le valió la máxima calificación, y no sólo por su idea de utilizar el movimiento realizado por uno mismo para cargar dispositivos o para alimentar cualquier aparato que precise electricidad, sino por su aplicación a una mecedora, y también por su realización.
Igo explica que, sobre todo, intentó que la tecnología (el generador) no fuera visible para que el mueble pudiera integrarse en cualquier hogar sin dar la sensación de ser un frío y modernísimo gadget. Por otro lado, además, el confort se reforzó con una tapicería almohadillada.
Por lo demás, este proyecto de graduación forma parte de la exposición anual que el centro realiza con las novedades de diseño que aportan los trabajos de los estudiantes. Además de la originalidad, fuera de toda duda, esta mecedora destaca por tener un uso práctico en nuestro entorno más próximo, como es el doméstico.
«En la elección de este tema, busqué centrarme en un tema importante, como es la energía. Creo que el mundo va a cambiar en un futuro próximo, y la energía se convertirá en un bien escaso, más que el agua o que el aire limpio. Por eso el proyecto fue un reto importante», concluye Igo.