Si te preguntas dónde reciclar los medicamentos caducados o que ya no utilizas, la respuesta es rápida y sencilla, exactamente de un par de palabras: Punto SIGRE. Y dar con él también resulta de lo más intuitivo, pues tan sólo has de acercarte a una farmacia para encontrarlo.
Disponibles desde el 2001, estos puntos de reciclaje son una iniciativa de SIGRE Medicamento y Medio Ambiente, una entidad sin ánimo de lucro constituida por las principales instituciones que representan a los agentes que forman la cadena del medicamento.
Su objetivo es garantizar la adecuada gestión medioambiental de envases y restos de medicamentos de origen doméstico para asegurar un correcto reciclaje o destrucción, al mismo tiempo que se persigue un objetivo sanitario al sensibilizar al ciudadano sobre los riesgos que supone el uso de medicamentos sin prescripción médica.
El símbolo SIGRE
Si te fijas en el envase de un medicamento, verás que lleva incorporado el símbolo SIGRE, siempre y cuando haya sido comercializado en España a través de las oficinas de farmacia. Se trata de un logotipo que sirve para indicarnos que el producto pertenece a este sistema integrado de gestión, cuya actividad comienza con la recogida de residuos a través de los contenedores o Puntos SIGRE instalados en las farmacias.
Es precisamente en esos pequeños contenedores donde los consumidores hemos de depositar los medicamentos que no necesitemos o que hayan cadudado, sin olvidar que también se admiten los envases vacíos.
Una vez almacenados, se retiran para acabar en la Planta de Clasificación de Residuos de Medicamentos de Tudela del Duero (Valladolid), donde se realizan las operaciones pertinentes para garantizar su aprovechamiento o su reciclaje (los materiales de los envases), incluyendo la incineración como desecho para la protección del medio ambiente. En este caso, su eliminación sirve para la producción de energía eléctrica.