Sorprendentes esculturas a partir de botellas de plástico

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El reciclaje creativo es un concepto que se queda corto para definir la obra de la artista checa Veronicka Richterová. No sólo porque cuesta creer que unas simples botellas de plástico usadas den tanto de sí, sino también porque el resultado es puro arte, simple y llanamente.

Y es que cuando hay talento e inspiración no hay materia prima mala, y lo demás viene todo rodado. En este caso, las curiosas esculturas de plantas y animales de esta colección son una demostración de lo que puede llegar a hacer con objetos que la mayoría tiramos a la basura.

PET-ART, un proyecto verde

La colección forma parte de otros muchos trabajos realizados también con botellas de plástico (lámparas, escenografía, muebles imposibles pero tremendamente decorativos, objetos funcionales como espantapájaros, etc.), en un proyecto denominado PET-ART, que los engloba a todos. Actualmente, la colección completa la forman cientos de obras, que ha confeccionado con botellas de todo tipo, procedentes de 76 países.

La idea le surgió a partir de las botellas de agua mineral que compraba para tener agua a mano en su trabajo. Fue así como empezó a pensar en sacarles partido mediante un enfoque original, basado en el reciclaje creativo.

Ahora, son decenas de miles las botellas de plástico que ha recogido en todo el mundo con el objetivo de darles una nueva vida haciendo arte y demostrando que son una materia prima estupenda para hacer auténticas genialidades. Además, Richterová explica en su web que uno de sus principales propósitos es difundir las ideas de reciclaje que utiliza la gente, siempre novedosas y prácticas. De hecho, a menudo se inspira en ellas.

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La artista no sólo cuelga sus obras en su página. A su vez, dedica un amplio espacio de la misma a explicar qué es el PET, para qué se utiliza y, sobre todo, lo mucho que contamina. «Son botellas muy durables y resistentes, pero precisamente de esas ventajas surgen sus inconvenientes«. Desventajas, lógicamente, para el medio ambiente, porque ella no tiene problema en manejarlas a su antojo a la hora de transformarlas en un sinfín de vistosos objetos multicolores como zorros, cactus, langostas, cocodrilos, flores…

Como es sabido, el PET «no se descompone en el entorno natural» y su única solución es desaparecer. Es decir, como nos recuerda Veronica, lo suyo sería inventar botellas de plástico biodegradable para evitar el atentado ambiental.

Fotografías y esculturas

Cuando comenzó a experimentar con las botellas hace una década (2004) no tardó en descubrir que podía manipularlas fácilmente aplicándoles calor. Controlar su deformación fue la clave para conseguir que adoptasen formas muy distintas y, a su vez, también para unir unas con otras. A partir de entonces, las posibilidades fueron infinitas, y el resultado de su obra, que no cesa de crecer, así lo demuestra.

Fue así como pasó a convertirse en una locura creativa, febril y maravillosa, «una obsesión por muchos años», tal y como ella misma lo define. Sus resultados son propios de una mente perfeccionista, que sabe de esculpir y de crear, que encuentra ese punto mágico en el que el conjunto es mucho más que la suma de las partes.

Como parte de su trabajo de años y años, media vida creativa dedicada a trabajar las botellas de plástico usadas también recopila fotografías de obras realizadas por autores anónimos. Del mismo modo que muchas de las botellas dejan de producirse y siempre hay modelos nuevos, el reciclaje creativo de la gente es una caja de sorpresas constante. También con esta afición consigue concienciar sobre la importancia de reutilizar y, en suma, de aplicar las 3 famosas erres: reducir, reutilizar y reciclar.

4 comentarios

  1. soy responsable de la seccion ecologia en un colegio de Mexico y me interesa mucho sus trabajos y ideas. quisiera estar en contacto y recibir novedades y tips creativos con PET.

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