El aceite de oliva virgen extra y ecológico es un arma de belleza infalible, tremendamente versátil y económico si tenemos en cuenta lo que cunde y el precio de los cosméticos convencionales. Sus propiedades nutritivas, normalizadoras de la piel y su alto nivel de vitamina E, una de las mejores para cuidar la piel, hacen de él un gran aliado para nuestras rutinas de belleza cotidianas.
La conveniencia del aceite de oliva bio obedece a distintas razones. Además de resultar de gran interés ambiental, pues apostamos por productos ecológicos, por otro lado obtenemos un producto que nos ayuda a potenciar nuestra belleza natural de una manera más saludable, al tiempo que conseguimos una mayor calidad de producto en cuanto a concentración de nutrientes, propiedades e inocuidad.
No en vano, el aceite tradicional utiliza de forma intensiva químicos y aditivos, desde el mismo cultivo hasta la extracción del aceite, y por otra parte será más puro si además elegimos un aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío con certificación ecológica, idealmente envasado en vidrio.
Piel, pelo y cuero cabelludo
Si queremos lucir una piel saludable, el consumo de aceite de oliva dentro de una dieta mediterránea es una opción inmejorable. Porque la cosmética, en realidad, también es interior, y del mismo modo que estar hidratados es tener una piel más sana, podemos hacerlo a través de la alimentación o con tratamientos de belleza.
A nivel externo, el aceite de oliva es un ingrediente estrella para hacer una mascarilla facial. Es posible mezclarla con otros productos, como el zumo de limón, purés de frutas o algunas gotitas de aceites esenciales.
Su uso en el cabello a modo de acondicionador o hidratación intensiva es muy efectiva, si bien tiene el inconveniente de que el pelo pesará mucho y será más difícil peinarlo con volumen. Para solucionarlo, simplemente apliguemos solo en las puntas o, en todo caso, sin llegar a las raíces.
Si el volumen no nos importa, podemos mezclar aceite con un champú neutro y beneficiarnos de un extra de hidratación. Aplicado directamente sobre el cuero cabelludo lo fortalecerá y equilibrará. Es importante dar masajes circulares durante cinco minutos, muy suaves. Posteriormente lavaremos normalmente, sin más complicaciones.
Como exfoliante para cuerpo y rostro, el aceite de oliva constituye un ingrediente muy eficaz a la hora de elaborar una receta natural, junto con arroz, copos de avena, lentejas u otros granos molidos, así como los posos del café, azúcar o sal. Otras alternativas son el aceite de argán, la miel o el aceite de almendra, siempre orgánicos.
Las manos pueden lucir más bonitas si aplicamos aceite de oliva. Evitaremos la típica sensación grasa si realizamos tratamientos intensivos cada cierto tiempo. Conseguiremos grandes resultados si nos aplicamos el aceite mediante un suave masaje y a continuación nos ponemos unos guantes de algodón. Los llevaremos puestos toda la noche o durante unas horas, por ejemplo mientras vemos la televisión. El resultado realmente valdrá la pena: manos suaves, nutridas y un efecto bálsamo.
También será eficaz junto con otros ingredientes, mezclándolo con un chorrito de limón o de ajo triturado. Tras pasarlo por las manos y uñas con suavidad dejaremos que actúe un par de minutos. Así conseguiremos hidratarlas, desinfectarlas y blanquearlas.
¿Un antiarrugas eficaz?
Las propiedades del aceite de oliva son beneficiosas para la piel, pero afirmar que trata las arrugas es mucho afirmar. Lo que sí podemos obtener es un efecto preventivo y restaurador de los daños que provocan agentes externos, como el sol o el viento.
Los mejores resultados se obtienen masajeando la zona a tratar, con especial cuidado en áreas delicadas, como alrededor de los ojos. Al tratarse de un producto natural, la constancia es necesaria y el efecto se observa más a largo plazo.