Bus eléctrico: movilidad sostenible con cero emisiones

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Puede recorrer mil kilómetros con solo una carga de batería y su huella de carbono es igual a cero. La autonomía del autobús E2, totalmente eléctrico y diseñado para entornos urbanos, se suma a su no emisión de gases contaminantes. Toda una apuesta para contribuir al logro de una sociedad baja en carbono.

Su nombre completo, Proterra Catalyst E2, no es tan largo como el mismo bus, de más de 12 metros. Pesa 13 toneladas y puede transportar a 40 personas. Es decir, por sus aspecto podríamos confundirlo con un bus cualquiera, que se diferencia por su bonito diseño, pero poco más. Sin embargo, su valor, eso que lo hace diferente, se esconde en su corazoncito verde.

El bus, idóneo para cuidar el planeta

Como es bien sabido, en cuestiones de movilidad sostenible el transporte público tiene mucho que decir. Si por sí mismo constituye un paso adelante en reducción de emisiones y contaminación, cuando además se trata de un bus eléctrico, los pluses verdes se multiplican.

¿Pero, qué tiene de especial este bus? El nombre E2 alude a su eficiencia energética (Efficient Energy), tanto en cuanto a eficacia (puede recorrer mil kilómetros en circuito cerrado y poco más de la mitad en el entorno real) como en uso de energía limpia. Lo será más o menos, eso sí, en función de cuál sea la fuente de la que se extrae la electricidad.

El bus eléctrico pertenece a la startup Proterra Inc, desde donde afirman que sus baterías pueden abastecerlo para rodar una jornada completa sin necesidad de repostar o, en este caso, recargarlas.

La batería es un devorador de energía, que chupa hasta 660 kilovatios hora. Ella es, básicamente, su característica estrella, pues sus prestaciones otorgan una autonomía hasta ahora imposible. De hecho, gracias a la autonomía de «estos vehículos eléctricos a batería, hemos podido romper la barrera final que el mercado necesitaba para poder adoptarlos a gran escala». Por lo tanto, la startup espera un uso masivo, en palabras de Ryan Popple, uno de sus directivos.

Otra de sus grandes ventajas tiene que ver con la ausencia de motor de combustión. Según explican sus creadores, no solo es más silencioso sino también espacioso, lo cual significa que caben más pasajeros, así como un mayor confort en los trayectos. Con suerte, también ello repercutirá en la decisión de muchos ciudadanos a la hora de optar por este tipo de vehículos verdes.

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El problema práctico que hay que resolver, por otro lado, es la falta de infraestructuras para que las cargas puedan realizarse de forma más sencilla. Las soluciones pueden proceder, por un lado, del mismo diseño de las rutas, aprovechando que los autobuses siempre realizan los mismos recorrido.

O, por ejemplo, recargando por las noches durante las 5 horas necesarias. Por suerte, su autonomía permite encontrar soluciones de forma mucho más sencilla, sin olvidar que este tipo de tecnologías puede dar un salto en cualquier momento y reducir el tiempo necesario.

¿Cuándo saldrán a las calles? Su presentación se realizó en la reunión anual de la Asociación de Transporte Público Estadounidense celebrado este septiembre en Los Ángeles, Estados Unidos, y se espera que los primeros vehículos se entreguen a lo largo del próximo año.

No puede descartarse, lógicamente, que otras empresas también presenten vehículos similares en lo sucesivo. El contexto es propicio, por otra parte, pues el mundo empieza a concienciarse de la urgente necesidad de actuar para frenar el cambio climático y también el serio problema de la polución atmosférica en las ciudades. Ojalá este tipo de vehículos marquen un antes y un después en el mercado.

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