Cinco eco gestos cotidianos en el trabajo

Oficina plantas
Cuidar del planeta a diario es una tarea encomendada a cada uno de nosotros si queremos contribuir a que haya un futuro para este mundo nuestro tan maltrecho, que a nivel ambiental anda de mal en peor. Dicho así, sin embargo, suena a trabajo extra, a incomodidad y engorro, pero no tiene por qué ser así.

En este post te damos cinco ideas de sencilla aplicación para ganar en salud y bienestar, al tiempo que ahorramos un buen dinero gracias a hábitos más sostenibles. A la postre, como por arte de birlibirloque, el planeta también saldrá beneficiado.

Consejos para pasarse al verde

En efecto, la ecología es un gran aliado de nuestro confort y también del bolsillo, con lo que todos salimos ganando. Eso sí, hacer pequeños cambios conlleva un pequeño esfuerzo que deja de serlo en cuanto los convertimos en rutina.

1. Pinta de verde la hora del café:
El café ecológico puede ser una opción a la hora de dar uso a la cafetera de la oficina, incluso en forma de cápsulas, y siempre buscar cómo reciclarlas. En algunas marcas existe un servicio de reciclaje, pero lo ideal es descartar este tipo de fórmula. A su vez, usar una taza propia siempre será más ecológico que los vasos desechables y lo mismo ocurre con las cucharillas. Si queremos optar por aquellos, al menos intentemos que sean biodegradables o, en todo caso, echarlos a la papelera destinada al plástico, si bien luego los sistemas de basura municipales no siempre lo reciclan.

2. Minimizar y reutilizar: Siempre en la medida de lo posible, pero sin dejar pasar ni una sola oportunidad para ajustarnos el cinturón en gasto de luz, de agua, de papel y cualquier otro recurso. Con especial cuidado a la hora de imprimir, de reutilizar el papel o, por ejemplo, cuidando que no despilfarrar electricidad sin sentido mediante el uso inteligente de las regletas que incorporan interruptor para así evitar el stand by.

3. Climatización e iluminación: Dos aspectos que merecen una mención a parte. Con respecto a la primera, tanto si se trata de aire acondicionado como de calefacción, hacer un uso razonable hará una gran diferencia. No se trata de pasar frío o calor, sino de cuidar la vestimenta, no descuidar la hidratación y, por supuesto, no exagerar la nota solo por simple sensación de bienestar. Por su parte, optemos por la iluminación de bajo consumo, siempre priorizando la natural, así como por las plantas para oxigenar la atmósfera sin tener que abrir ventanas más allá de una aireación de diaria de unos 15 minutos.

4. Comprar y vender: A la hora de comprar, es importante tener en cuenta la posibilidad de reparar un aparato que haya fallado o incluso llevar a cabo reciclaje creativo para dar una nueva vida a algún mueble o equipo ya inservible. Igualmente, consideremos la posibilidad de trueque, donación, compra o venta en el mercado de segunda mano. En todo caso, lógicamente, evitar la compra siempre será la opción más eco amigable, y en el caso de la electrónica no olvidar que un costoso o regular mantenimiento puede aumentar costos y huella de carbono.

5. Material eco amigable: A la hora de comprar material de oficina, si está en tu mano, opta por productos certificados o, al menos, por aquellos más durables y con una menor huella de carbono, sin olvidar la que añade el transporte, packaging, etc.. Y lo mismo cabe decir de la compra de mobiliario. Tanto en uno como en otro caso es interesante familiarizarse con los sellos ecológicos más conocidos para la preservación de la naturaleza. Si el precio es más elevado, como suele ocurrir, hagamos un planteamiento en función de la durabilidad del mismo para valorar si realmente podemos permitírnoslo. En caso afirmativo, considerémoslo una inversión necesaria de la que nos sentiremos muy orgullosos.

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