Cinco ideas sencillas para un hogar más ecológico

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Conseguir que nuestro hogar sea un poquito más ecológico es una buena manera de contribuir a mejorar la salud de toda la familia, al tiempo que contribuimos a cuidar el planeta. Lejos de lo que pueda parecer, podemos dar unos primeros pasos que se traducirán en gestos ecológicos muy sencillos.

En este post vamos a darte algunas ideas prácticas que podrás aplicar al momento. No se trata de llevar a cabo una remodelación total de tu hogar ni de hacer reformas que lo hagan más eficiente a nivel energético. Aunque son medidas realmente útiles, nos centraremos en otros aspectos mucho más fáciles de aplicar.

Ideas muy fáciles para un eco hogar

A la hora de ser más ecológicos lo más habitual es que se nos haga una tarea cuesta arriba. No solo porque los objetivos nos parezcan poco factibles o incluso utópicos, sino porque no nos vienen ideas a la mente. Si es tu caso, a continuación encontrarás cinco maneras de lanzarte y, a partir de ellas, no tardarán en llegar nuevas ideas.

1. Ventila tu hogar: En lugar de utilizar absorbeolores, por lo general de composición química, ventila la casa o, al menos, las estancias más utilizadas. Hazlo a diario, sin necesidad de prolongar el tiempo en el que las ventanas estén abiertas.

Aunque pueda parecernos que en el exterior hay más contaminación, ocurre justo lo contrario. Salvo excepciones, por lo general el aire interior está hasta cinco veces más contaminado que el de afuera. No lo dudemos, y aireemos nuestro hogar durante unos minutos cada día. En caso de padecer alergia al polen, evitemos las horas más críticas (es importante consultar las previsiones para cada lugar a diario) y de igual manera no lo hagamos en las horas punta si estamos cerca de una vía con mucho tránsito.

2. Más luz natural: Ahorrarás electricidad si aprovechas la luz natural. Puedes mejorar mucho la luminosidad si abres cortinas o cambias las actuales por otras más finas (puedes tener una doble cortina recogida para aislar mejor el hogar cuando uses la calefacción) o, por ejemplo, si cambias el mobiliario de lugar o aplicas unos reflectores, como los que pueden verse en la imagen. Lógicamente, las mesas de trabajo han de estar bien iluminadas o los sofás en los que nos gusta leer.

3. Ahorra agua fácilmente:El ahorro de agua también es una doble ventaja a nivel de factura y ambiental. Si no sueles reparar en ello probablemente sea muy fácil mejorar la situación. Ahorrarás mucha agua aplicando unos sencillos trucos, como aireadores de grifo o teniendo el cuidado de cerrarlo cada vez que no lo uses, así como prefiriendo la ducha (corta, de no más de 5 minutos) a darte un baño.

Reflectores-luminosos
4. Di no al stand by: Los aparatos eléctricos que no utilizas y están en modo espera son un gasto energético superfluo. Al cabo del año pueden representar un aumento de la factura importante, por lo que bastará con apagarlos para acabar con el problema o, en el caso de usarlos a menudo, hazte con una regleta con interruptores, idealmente individuales, para hacer más cómodo su apagado.

5. Replantéate cómo conseguir el confort térmico: Haga calor o frío en la calle, estar en casa sin que la temperatura sea un problema no pasa por abusar del aire acondicionado o calefacción. A la hora de plantearte cómo conseguir una sensación de bienestar, sin pasar frío ni calor, intenta minimizar el uso de aparatos climatizadores. Una opción idónea puede pasar por hacer más ejercicio o moverte y abrigarte más en invierno. Además, adaptar la dieta o beber infusiones frías o calientes, pongamos por caso, también es muy efectivo.

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