Oseira es un pueblo de Orense, en Galicia, España. Como muchos pueblos, celebra sus fiestas una vez al año, en las que se celebran campenatos de todo tipo. Si en otros pueblos cortan árboles, realizan campeonatos de lanzamiento de boina o de azada, en Oseira prefieren una competición con una idea de fondo que trata de recordar la importancia del respeto al medio ambiente. En concreto, la importancia de reciclar.
En Oseira compiten lanzando móviles usados. Los conciudadanos de esta localidad rescatan los viejos móviles de los cajones donde han quedado olvidados durante el año para participar en la competición: el «Concurso de lanzamiento de móviles», que, además de resultar muy divertida, finaliza con el reciclaje de los dispositivos.
La original competición se celebró por la tarde en el Campo de Casledo. El objetivo final, además de pasar un buen rato en compañía de los vecinos, según uno de los componentes de la comisión de fiestas, es que la gente llevara el mayor número de teléfonos móviles que sea posible para intercambiarlos por maquetas de teléfonos. Una vez finalizada la competición, Duatel, un distribuidor de telefonía móvil en Galicia, recogió los dispositivos y los envió a un proceso de reciclaje. El dinero que se consigue con el reciclaje se destina por completo para sufragar los gastos de las fiestas de Oseira.
La idea surgió a partir de la empresa Duatel, en la que trabaja un amigo de Tamara Prado, la impulsora y patrocinadora de este proyecto entre lúdico y ecológico. Hubo tres categorías, según las edades de los participantes. El juego consiste en encestar en una canasta el mayor número de veces posible, pero se lanza un móvil en vez de una pelota.
Cada móvil viejo que se depositaba en la urna daba derecho a cinco maquetas de teléfono con las que realizar los lanzamientos. También se podía pagar tres euros para seguir participando en el juego. Y es que la competición fue muy reñida y todos querían ganar.