Si ya vimos cómo hacer un jabón ecológico, ahora aprenderemos a aprovechar los restos de jabón para hacer una pastilla nueva que nos permita unir varios trozos pequeños o darle un mejor aspecto a jabones desgastados y cuarteados.
No sólo es cuestión de que estén feas o de que sea difícil utilizarlas. Además de ser incómodas, las pastillas desmenuzadas son un peligro para las tuberías, pues los trozos pequeños podrían taponarlas. Eso sí, hay que tener un poco de paciencia para poder actuar, ya que se necesitan numerosos trozos para conseguir una o más pastillas nuevas.
Así, en lugar de echarlas al cubo de la basura, podemos ir guardándolas en un lugar seco para que no proliferen los microorganismos es importante y una vez reunamos la cantidad suficiente será el momento de ponernos manos a la obra.
Moldes de pastelería
Reciclar el jabón de manos es sencillo. Bastará con derretir los trozos en una cazuela con agua a fuego lento hasta formar una pasta uniforme y tras esperar que se enfríen un poco darles la forma que queramos.
Darle una forma más artesana o sencilla es una opción, pero si preferimos algo más sofisticado y divertido no debemos resignarnos a la típica forma rectangular, redonda u ovalada porque conseguir un jabón con forma de osito, de corazón o de concha marina es tan fácil y rápido como utilizar moldes.
Los moldes de pastelería para hacer galletas serán perfectos. Una idea es utilizar varios para hacer distintas formas e incluso hacer uso de colorantes alimentarios naturales para darle tonos distintos, como hicimos con la decoración de los huevos pascueros.
También podemos adornar la masa con trocitos de jabón de colores que no hayamos derretido o añadir algunas gotas de aceites esenciales orgánicos. Finalmente, cuando el jabón o los jabones se enfríen por completo habremos logrado nuestro ansiado objetivo.