Divertido e ingenioso hasta decir basta, así es el insólito ascensor que ha inventado Ethan Schüssler, un joven diseñador para poder subir a la increíble casa de madera que previamente construyó en un árbol, a 9 metros de altura. Lo hizo poniendo a prueba su vieja bicicleta de 20 velocidades, con resultados plenamente satisfactorios que superan las mejores expectativas, tal y como puede verse en el vídeo.
El ascensor se mueve al pedalear, elevando la bicicleta por los aires hasta llegar a la casa, donde queda sujeta, lista para el descenso. Luego, bajar no requiere pedaleos, sólo subirse a la bici y aprovechar la fuerza de la gravedad controlada por la tensión de la marcha para un descenso suave y seguro hasta el suelo.
Subir y bajar con suavidad
Schüssler preparó la bici previamente haciendo unos pequeños cambios en los engranajes de la bicicleta para encontrar la suficiente tensión para que el movimiento de la bici fuera lo suficientemente suave, seguro y eficaz hasta la casa, tanto para subir como para bajar.
Cuando no se utiliza, la bicicleta queda atada en el suelo con una cadena para evitar no tanto que la roben, sino que otros la utilicen para subir. De este modo, vuelve a ganar en seguridad con respecto a la tradicional alternativa de una escalera, por otro lado poco práctica, sobre todo al lado de la genial idea de la bici.
Si las fotografías ya tienen su gracia, darle al play y verlo en acción es algo impagable que dibuja una sonrisa en la cara. Sin duda, un proyecto ecológico que ahorra recursos por todas partes: reutilización, durabilidad, no gasta energía… Pensando en todo, también mejora la seguridad de la casa una vez dentro, pues la bici se queda arriba, algo que no conseguimos con una escalera.