Crear un negocio ecológico rentable exige que seamos competitivos en nuestro ámbito o sector. Por ello, no sólo se precisa tener un buen punto de partida, sino hacer un serio estudio de mercado que nos oriente sobre su posible rentabilidad. En general, sin embargo, podemos dar una serie de ideas que podrían dar dinero mientras cuidamos el planeta.
Energías renovables, transporte ecológico, productos de limpieza, cosméticos, ropa, jardinería, agricultura local o alimentos en general, son algunos sectores interesantes que podemos explotar, los negocios basados en la instalación de energías renovables (placas fotovoltaicas, etc.) o en la generación de productos para la biomasa (gestión de montes o limpieza de campos agrícolas), por ejemplo, pueden dar buenos beneficios.
Aunque ahora la normativa grava de forma importante la producción de energía renovable, el mercado no deja de ser una oportunidad para emprendedores con nuevas ideas o, simplemente, haciendo valer una adecuada formación que garantice un resultado profesional para atraer clientela.
Reparto a domicilio y productos locales
Otra opción es proponer un sistema de transporte más verde, por ejemplo mediante el alquiler de bicis eléctricas o creando una empresa de transporte con motocicletas eléctricas o incluso con bicicletas tradicionales que ofrezcamos a tiendas de comida rápida, de comida para llevar, pizzerías y demás comercios ubicados en una zona delimitada. Y, ya a lo grande, incluso tener una pequeña flota de taxis eléctricos.
No estaría nada mal aprovechar productos ecológicos locales, mejor todavía si son reciclados, para crear cosméticos naturales de diferente tipo: exfoliantes, cremas hidratantes, jabones naturales, etc. Las posibilidades son inmensas, y la venta vía internet puede ayudar tremendamente a abaratar costos. Aún así, es un negocio difícil, para valientes con un producto competitivo, si bien podemos iniciarlo con cosméticos u otros productos ecológicos adquiridos a distribuidores o a emprendedores que los confeccionen artesanalmente.
Las prendas orgánicas, sin ir más lejos las camisetas con mensajes divertidos, es otra opción. Su composición de algodón orgánico, pongamos por caso, y el uso de tintas no contaminantes hacen que el negocio sea verde y sencillo, pues no se precisa una gran inversión. En este caso, como en tantos otros, internet también sirve como plataforma para las ventas.
Los productos locales o las iniciativas basadas en reducir la huella de carbono de los productos también son una opción verde de negocio. Algunas ideas serían ofrecer frutas y hortalizas cultivadas en nuestro propio huerto con algún plus que las haga distintas (enfocarlas para regalo, como una delicatessen, etc.) o crear cualquier producto con materia prima ecológica en cuanto a proceso de fabricación y mínimo desplazamientos.
En jardinería y mantenimiento de zonas verdes o piscinas se abren muchas posibilidades, por ejemplo con la oferta de productos no químicos para la limpieza y mantenimiento de aguas estancadas o para el riego con sistemas de recogida de agua de lluvia, pongamos por caso. Otra idea sería vender plantas autóctonas abonadas con compostaje, que potencien la biodiversidad de la zona y sean fáciles de cuidar al mismo tiempo.
Crear una consultoría energética para ayudar a particulares o negocios a ahorrar dinero en el consumo energético podría resultar interesante por el amplio campo de actuación que existe, así como por el fácil inicio de actividad una vez dispongamos de los conocimientos necesarios para desempeñar la labor con brillantez.