Las ideas sorprendentes y a la vez eco-amigables rara vez están tan inspiradas como éstas. Por un lado, es francamente difícil encontrar una iniciativa para fomentar la lectura similar a la que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Medellín, en Colombia, basada en árboles que regalan ebooks. ¿Y, cambiando de tercio, a que tampoco habías llegado a imaginar que un libro se podía reciclar en forma de maceta?
Pero vayamos por partes, como decía Jack el destripador reciclador. Imaginemos, primero, que estamos en un parque de la ciudad colombiana, que nos acercamos a un precioso árbol y antes de sentarnos sobre la hierba vemos un cartel atado a su tronco, con esta frase: “No es necesario talar este árbol para que se convierta en un libro”. ¿Cuál es el mensaje?
Árboles que regalan ebooks
El mensaje que quiere transmitirse con esta brillante campaña es doble. Por un lado se busca acercar la literatura a sus ciudadanos y, por otro, fomentar el respeto por la Naturaleza. Es por ello que se ha elegido una puesta en escena así de original. El entorno escogido es idílico, el típico lugar donde apetece sentarse a la sombra de un árbol leyendo una buena novela…
En este caso, el truco es poder hacerlo aprovechando la popularidad de los dispositivos móviles para invitar a todo aquel que quiera a bajarse un libro mediante un sistema wifi que se ha instalado de un modo muy gracioso en el interior de unas casitas para pájaros. Así que ya lo tenemos: los árboles reglan grandes obras de la literatura universal en formato electrónico y sin coste descarga.
Para iniciar la descarga, simplemente escribes una clave que se proporciona en los mismos carteles. Entre otros, como era de esperar, puedes descargar Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez y leerlo cobijado bajo las ramas del árbol. A su vez, el gesto protege también al árbol.
Convertir un libro en maceta
Los chicos de Gartenkultur Estudio no nos proponen utilizar las nuevas tecnologías y evitar talar árboles para hacer libros, sino reciclar en forma de maceta aquellos que no leemos ni leeremos nunca o, simplemente, hemos descartado por cualquier motivo.
En el primero de los vídeos se bromea renegando de las aburridas macetas de terracota y explicando el paso a paso de su proyecto, que incluye el inevitable destrozo del libro, por lo que no es recuperable. Eso sí, el resultado resulta atractivo y la mar de original.
Cómo hacerlo
Podemos hacerlo siguiendo dos sistemas, uno más complicado que el otro pero también se gana en rapidez y comodidad, si bien requiere ser algo manitas y tener herramientas. Básicamente, se dibuja un círculo sobre una chapa y se superpone al libro para agujearlo utilizando una sierra de perforación rotatoria.
De este modo, en unos minutos el libro quedará agujereado de parte a parte, listo para ultimar un par de detalles, como son ponerle una base y aislar el contenedor de sus hojas, sin más complicaciones.
En el segundo vídeo se sigue un sistema distinto, con un cúter doméstico. Aquí, la forma es rectangular, y lograrlo es bastantemás sencillo, pero requiere paciencia, pues hay que ir hoja por hoja. Una vez se ha creado un hueco en el libro se coloca la planta sobre utilizando un plástico, reecortándolo después y rellandndo con piedras y algún objto decorativo.
Si no dispones del material necesario o no te sientes seguro utilizando herramientas, será más recomendable este segundo método. En ambos casos, el secreto está en elegir plantas de pequeño tamaño, con preferencia que no requieran mucho riego y con raíces superficiales.