Gestos sencillos para un hogar más ecológico

Comida local
Los gestos ecológicos que ayudan a que nuestro hábitat doméstico sume puntos verdes pueden ser realmente sencillos. Esforzarse para convertir nuestra casa y vida cotidiana en más sostenibles es importante, pero en muchas ocasiones basta con llevar a cabo pequeños gestos que, sin suponer un esfuerzo, igualmente pueden hacer una gran diferencia.

Si resultan beneficiosos, sobre todo, es por su repetición a diario o de forma periódica. Además, en muchos casos nos ayudarán a economizar, y nuestra salud también nos lo agradecerá.

Algunas ideas prácticas

Además, son idóneos para iniciarnos en esto de la práctica ecológica, tanto nosotros como los más pequeños de la casa, ya sea participando o simplemente viendo cómo lo hacemos nosotros.

Nos ayudará, por lo tanto a predicar con el ejemplo, una fórmula infalible para educar en el respeto ambiental a niños y no ta niños. Sea como fuere, también nos ayudará a tomar una mayor conciencia sobre la importancia de apostar por la sosteniblidad.

De hecho, pensar sobre nuestro consumo es un primer eco gesto. No consiste en pasar a la acción, pero sí constituye el paso previo para hacerlo. Se trata, como es fácil de entender, de un cambio mental de gran importancia que puede empezar de un modo tan sencillo como éste.

Un primer paso para tener un hogar más ecológico es, por lo tanto, reflexionar sobre nuestro consumo desde un enfoque amplio, incluyendo lo que compramos, cuántos residuos generamos, nuestro gasto energético y maneras de mejorar nuestra realidad.

No se trata de buscar soluciones ideales, sino de adaptarlas a nuestra realidad y posibilidades. Si este ejercicio supone una pequeña mejora, habremos avanzado porque, además, una vez despierta esa sensibilidad será más fácil ir mejorando con el tiempo.

A la hora de comprar es clave tener en mente la importancia de reducir los envases y packaging en general, así como primar materiales e ingredientes biodegradables, así como no tóxicos.

Reducir la huella de carbono personal y de nuestro hogar también es otro aspecto a tener en mente a la hora de tomar decisiones de compra y de utilización de electrodomésticos y electrcidad o agua en el hogar. Así pues, un primer eco gesto que busque la eficiencia en la elección de un gran electrodoméstico de alto consumo, como es la nevera o la lavadora, se completará con buenas prácticas diarias.

Grifo goteando
Declararle la guerra al plástico también puede ser de lo más sencillo y descansado tomando medidas claves, como teniendo siempre a mano bolsas de tela reutilizables o, yendo a lo práctico, utilizando varias veces una misma bolsa de plástico.

Hacerlo muchas veces también significa luchar por el embalaje excesivo. Si reparamos en la política de embalaje de las industrias descubriremos hasta qué punto en un sinfín de ocasiones éste es inútil.

A la hora de tirar a la basura una bolsa de plástico o unas anillas de este mismo material diseñadas para sujetar latas de refresco, antes cortemos las asas y los aros, respectivamente. Con este gesto tan sencillo estaremos evitando que la fauna marina quede atrapada en ellos, desde tortugas hasta aves.

Optar por la comida local, idealmente bio, es una decisión ventajosa por triple partida, tanto para fomentar la economía de nuestro entorno como para apostar por una alimentación baja en carbono y en productos químicos. En este sentido, los grupos de consumo son una interesante opción para reducir los precios.

Siguiendo la filosofía de las tres erres, el abc de la ecología, podemos alcanzar pequeñas grandes metas en el hogar. Los ejemplos son innumerables, etre otros un gesto tan simple como cerrar grifos o evitar que goteen, cerrar luces cuando no se utilicen o evitar el consumo vampiro con una simple regleta que tenga interruptor. Ya sabes, no olvides aquello de reducir, reutilizar y reciclar si una casa verde quieres lograr.

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