Dicen que es un agua más pura que la del grifo, y sin dudar que sea así, lo cierto es que da reparo beberse el agua obtenida del sudor que empapa la ropa. Creada por el ingeniero sueco Andras Hammar, su función es la de captar la atención mediática de una campaña solidaria con niños necesitados de las Naciones Unidas.
El invento se inspira en una maquinaria creada para hacer distintos reciclajes durante los largos viajes en el espacio llevados a cabo por los astronautas de la NASA. En concreto, UNICEF y la agencia Deportivo se han unido para hacerla realidad y finalmente presentarla por todo lo alto en la Gothia Cup, el mayor torneo internacional de fútbol juvenil.
La misma idea de aprovechar el sudor de uno mismo para obtener agua potable nos ayuda a entender la importancia de un recurso tan escaso como el agua. Tal y como se apunta desde la campaña de UNICEF, el mundo ha de concienciarse de que 780 millones de personas carecen de acceso a agua potable limpia y segura en muchas partes del mundo.
Un proceso sencillo
Como no podía ser de otra manera, la máquina ha sido el principal atractivo del torneo, celebrado del 14 al 20 en Suecia. Durante el mismo, los jugadores que desearon participar llevaron a la máquina sus camisetas sudadas y recibieron un vaso de agua potable extraída de la misma. En total han sido más de mil personas las que han degustado esta insólita agua.
Para obtener el agua, el equipo centrifuga la ropa para obtener el agua, que después atraviesa un filtro de alta tecnología desarrollado en el Instituto Real de Tecnología de Estocolmo, capaz de eliminar bacterias y demás polución a través de la radiación ultravioleta. Finalmente, el agua obtenida atraviesa un filtro que elimina las partículas del tejido.