Gucci presenta sus zapatos y gafas biodegradables


Está bien que las marcas de alto standing propongan alternativas sostenibles, pero los precios abusivos de sus artículos contradicen el pretendido afán de ayudar a cuidar el planeta entre todos. En fin, sea como fuere, lo veas como pura pijería o como un diseño sublime, lo cierto es que Gucci se ha sumado a la tendencia de los zapatos y las gafas biodegradables.

Frida Ginnini, directora artística de la fimra italiana Gucci, ha diseñado dos modelos de zapatos muy distintos fabricados con plástico biodegradable. Cuando ya estén gastados, convertirlos en abono es tan sencillo con enterrarlos o con echarlos a la caja del compost para que se biodegraden al cabo de poco tiempo.

Marola Green es el nombre del modelo más veraniego, en varios colores, con aberturas fresquitas y diseño tipo manoletinas, mientras el otro está pensado para los hombres y su aspecto es más deportivo, mezclándose materiales vegetales y piel de cordero (este material no es nada ecológico que digamos, al menos para animalistas y veganos comprometidos contra el maltrato animal). Ambos modelos llegarán a las tiendas a finales de este mes de junio, y forman parte de la precolección de otoño 2012.


Con la nueva línea de gafas que planea sacar al mercado con la marca de fabricantes de gafas de sol Safilo, Gucci de nuevo nos ofrecerá ecología exclusiva a precio de oro, un lujo para el consumidor y, por suerte, también para el planeta.


Las monturas serán de madera líquida, un material no utilizado hasta ahora (un plástico reciclable de fibra de madera biodegradable, resina y lignina del polímero), y lentes de cristal mineral. Además, cuidando hasta el último detalle, las bisagras y elementos metálicos están fabricados con material reciclado. Por ahora, los modelos todavía son prototipos.


Gafas, zapatos ecofriendly de lujo… En fin, como ejemplo a seguir está bien. Mejor que bien, sobre todo tratándose de una de las marcas más famosas del mundo. Pero, precisamente por serlo, no olvidemos que ha de cuidar su imagen, y ya sabemos que lo verde está de moda y da prestigio social a la marca. Tampoco descubro nada si digo que el consumismo se lleva mal con la filosofía ecológica que deberíamos tener cada uno y, en general, con el respeto por el medio ambiente. Eso, sin mencionar que la marca figura en la lista de PETA de empresas que experimentan con animales. Eso sí, hay que reconocer que éstas no son sus primeras iniciativas en protección del medio ambiente, y muy probablemente tampoco serán las últimas, pero se agradecería coherencia en la política de respeto al entorno, incluida flora y fauna.

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