Reciclar las perchas metálicas es todo un desafío para aficionados al bricolaje, pues en realidad una percha de este tipo no es sino un trozo de alambre moldeado con la forma de la percha, ofreciendo un sinfín de posibilidades para su trabajo. Sin embargo, no es necesario ser un manitas para darle una segunda vida a este tipo de objetos.
Como todos sabemos, el día a día trae situaciones de todo tipo ante las que hay que echar mano de cosas de casa para solventar de forma rápida y eficiente cualquier problema que se nos presente. En este caso, estiradas en forma de serpiente, las viejas percha de metal pueden servir para desatascar la mugre de los desagües atascados. O, por ejemplo, para abrir la puerta de una habitación que se haya quedado cerrada.
Básicamente, todo lo que podamos hacer con un alambre podremos hacerlo con una percha metálica. Por lo tanto, en la caja de herramientas no estaría de mas tener una de estas perchas, si lo deseamos incluso convenientemente desarmada. Cuando más blandito o flexible sea el alambre, más adecuado será para un uso exitoso.
Decoración práctica
Al margen de chapuzas caseras, las perchas pueden convertirse en una maravillosa obra de arte o, al menos, en un bonito objeto que a su vez resulte práctico. Como vemos en la imagen que abre el post, con un poquito de maña podemos darle forma de corazón o cualquier otra y aprovechar el gancho para formar una percha mural estilosa y única, si bien necesitaremos varias. Incluso podemos atravernos a formar palabras, quizás nuestro nombre…
Otras posibilidades son almohadillarlas y forrarlas con viejos retales para obtener perchas bien estilosas, guardar alguna en el maletero para que las chaquetas delicadas no se nos arruguen o también usarlas para colgar cinturones, bolsitos, foulards, corbatas o bufandas.