Los ciudadanos japoneses tienen, en la actualidad, dos obsesiones: ahorrar energía (ante los posibles cortes que se puedan producir en verano) y saber si al ambiente, la comida, el agua, etcétera, tiene radiación.
Para este último caso, científicos del Instituto de Investigación de Reactores Nucleares de la Universidad de Kioto (Japón) y del Instituto Científico de Medicina Radiológica han desarrollado un material plástico que resplandece bajo la radiación. De este modo, el nuevo material puede ser utilizado en la producción de detectores de radiación a un coste muy bajo. Todo el mundo podrá saber si el lugar donde vive está libre de radiación y es mejor huir de allí.
El nuevo material está compuesto, principalmente, de polipropileno, un material que se usa en la elaboración de botellas de plástico. Los trabajos de desarrollo del proyecto fueron iniciados por el profesor ayudante Hidehito Nakamura, quien descubrió que las botellas de plástico emiten una luz muy débil bajo la radiación. Esto se produce porque el plástico tiene radicales libres en el oxígeno que contiene. Así, se trataba de reforzar esta propiedad del propileno para que, bajo la radiación, resplandeciera mucho más, se hiciera más visible.
Pero lo realmente importa del nuevo descubrimiento es su precio. Según las primeras estimaciones, el uso de este material plástico permitirá abaratar de cinco a diez veces la producción de dosímetros y sensores de radiación. También podría usarse para medir los niveles de radiación del interior del cuerpo humano.
Después del accidente en la central nuclear japonesa de Fukushima, que provocó fugas radiactivas, las mediciones de radiación en Japón están a la orden del día. Sobre todo, en lugares frecuentados por grupos de riesgo, como guarderías, escuelas, instalaciones deportivas y parques. Además, en las noticias de prensa, radio y televisión ya es habitual que se ofrezca una sección sobre la situación radiológica del país, similar a la predicción meteorológica.