La alimentación del ganado con algas reduce en más del 80% la emisión de gases invernaderos

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La ganadería siempre está en el punto de mira medioambiental por diversos estudios que relacionan esta actividad con la emisión de gases de efecto invernadero, que son una de las principales causas del cambio climático. Unas emisiones que, sin embargo, pueden reducirse. Una nueva investigación ha demostrado que la introducción de cambios en la dieta de los animales contribuye a minimizarlas. Y la clave está en las algas.

La dieta

La Universidad de California Davis ha detectado que la introducción de algas en la dieta del ganado de carne contribuye a reducir los gases de efecto invernadero en más de un 80%. Una merma que se produce sin que, además, se perciban cambios ni alteraciones en la calidad del producto.

Este hallazgo, que se ha publicado recientemente en PLOS ONE, podría contribuir a una producción de ganado más sostenible en todo el mundo con tan solo la incorporación de las algas marinas en la dieta.

En los estudios y pruebas realizadas, además, se ha constatado que el efecto no disminuye en el tiempo, es decir, que esta alimentación y su impacto es sostenible también desde el punto de vista temporal.

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La incorporación de las algas a la dieta del ganado sería así un canal que permitiría hacer más sostenible la producción de carne y de productos lácteos que se necesitan para la alimentación de las personas en el mundo.

Los ensayos

Estas conclusiones se han extraído a raíz de las pruebas realizadas el verano pasado durante cinco meses. En este período, se dio una dieta que incluía 80 gramos de algas marinas a 21 bovinos de carne a los que se les hizo un seguimiento de su aumento de peso y de las emisiones de metano.

Los resultados demostraron que el ganado que comió las algas marinas ganó el mismo peso que el resto de la cabaña, aunque eructaba un 82% menos de metano a la atmósfera.

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