© ACNUR- Andrew McConnell
A estas alturas ya nadie puede dudar de una realidad tan evidente como la del cambio climático. Años atrás, ciertos colectivos, empujados por el afán de maximizar beneficios que reina en toda empresa capitalista, nos querían hacer creer que no era cierto. Sin embargo, basta con remitirse a los hechos para darse cuenta de que nuestro planeta pide ayuda y sólo nosotros podemos actuar en consecuencia para evitar daños muy graves.
La emergencia climática se evidencia en ciertas partes del mundo como consecuencia de factores como la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que son los principales responsables del incremento de la temperatura global de la Tierra.
Por ahora se están llevando a cabo numerosas iniciativas y no son pocos los Gobiernos que están tratando de llegar a acuerdos para poner en marcha planes de contención del cambio climático. Sin embargo, en ocasiones no llegan a cumplirse las previsiones y eso exige un esfuerzo mayor por parte de las empresas y los ciudadanos.
Por ahora el cambio climático no está afectando de la misma forma a todos los países. En ninguno se puede decir que no se están notando sus consecuencias, pero lo cierto es que hay regiones que lo están pasando mucho peor que otras por culpa de la subida del nivel del mar, el incremento de temperaturas o la contaminación presente en el aire.
© ACNUR- Andrew McConnell
Estamos viendo con más frecuencia que nunca que se producen fenómenos meteorológicos extremos, como es el caso de tormentas, huracanes o danas; olas de calor más intensas y duraderas que provocan muertes; incendios de gran repercusión; y sequías. Por lo tanto, es un problema global que hay que abordar de forma responsable a nivel político, social y económico. Sólo así es posible frenar el cambio climático, ya que de lo contrario podríamos ver como a finales del presente siglo la temperatura se eleva en casi 5 ºC.
Gracias a ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y al Comité Español que recauda fondos para sus acciones, es posible ayudar a millones de personas que no sólo se han visto obligadas a abandonar su hogar a causa de conflictos bélicos, sino que cada vez hay más casos de desplazados por culpa de los desastres naturales. De hecho, según datos a los que se puede acceder a través de su página web, en 2022 32,6 millones de desplazamientos fueron causados por peligros relacionados con el clima . Eso significa que la crisis climática es una emergencia humanitaria global que hace que sea necesario actuar cuanto antes: tanto para mitigar los efectos del cambio climático como para ayudar a las personas que se han visto más perjudicadas.
Desgraciadamente, las previsiones no son alentadoras y en 2050 la cifra de desplazados por culpa de los desastres naturales podría ser todavía más elevada. Las estimaciones hablan de unos 200 millones de personas que podrían necesitar anualmente ayuda por ello, lo que hace imprescindible la captación de recursos económicos con los que ayudar a esas personas, ya sea a través de la atención sanitaria, la educación o la provisión de alimentos para acabar con la desnutrición y la inseguridad alimentaria.