El sábado 29 de marzo estamos todos invitados a participar en en La Hora del Planeta, la mayor acción global contra el cambio climático, en la que las principales ciudades del mundo apagarán sus luces durante una hora. Monumentos emblemáticos como la Alhambra, la Sagrada Familia, La Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Ópera de Sidney, el Empire State, la Muralla China o la Torre Eiffel quedarán a oscuras de 20:30 a 21:30 (hora española), junto con otros muchos edificios oficiales y viviendas particulares que se sumen al evento.
Promovida por la organización ecologista WWF, desde su primera edición en 2007 sigue buscando el compromiso institucional y ciudadano para luchar contra el calentamiento global. Basta un simple gesto como apagar las luces o, por primera vez este año, con desconectarse de internet para participar y sensibilizar sobre la necesidad de frenar el nivel de las emisiones.
Un sencillo gesto que, sin embargo, busca un cambio tremendamente complejo. No en vano, ganar la batalla contra el cambio climático sólo será posible si se produce un cambio social radical que logre un desarrollo económico sostenible a nivel mundial. A nivel particular, se persigue avanzar en un consumo más responsable.
Concurso de fotografía
Pensando en todo, WWF ofrece en su página web (wwf.es) detalladas instrucciones sobre como realizar la desconexión de internet en los distintos dispositivos móviles para participar en la hora mágica. A su vez, se dan ideas para entretenerse durante esos 60 minutos a oscuras.
No hay que pensar mucho para idear un buen plan, que puede ir desde algo tan simple como observar el cielo estrellado a solas o charlando con amigos hasta echarse una cabezadita o contribuir a un baby bomm en versión ambiental, aunque sería poco sostenible. Entre otras propuestas, la ONG proponer una cena a la luz de las velas inspirándonos en sorprendentes recetas de prestigiosos chefs que participan en la campaña.
Considerando que cocinar supone casi un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE, hacer una cena sostenible durante esta hora sería hacer una doble contribución al medio ambiente. Otra opción es lanzarse a hacer clics en la oscuridad. Curiosmente, WWF ha organizado un concurso de fotografía que premiará con una cámara a la mejor imagen nocturna tomada durante esa hora.
Un apagón por la Naturaleza
La primera Hora del Planeta surgió espontáneamente, de forma local, pero el seguimiento superó todas las expectativas. Fue en Sydney, en 2007. Más de 2 millones de personas apagaron las luces en un gesto solidario con la naturaleza. Un apagón que encendió la chispa de la globalidad. Sólo un año después, las cifras se dispararon: cerca de 100 millones de personas de 370 ciudades de 35 países celebraron la Hora del Planeta.
Desde aquellos inicios, el movimiento no deja de sumar apoyos. El año pasado, por ejemplo, participaron 7.000 ciudades de 152 países. Para mañana, también se espera seguir batiendo récords de participación. Si en España se unen 200 ciudades más que el pasado año, un centenar de empresas y más de 10.000 ciudadanos. Por su parte, a nivel internacional destaca la decisión de Libia de estrenarse en este evento, tras la guerra civil y la caída de Gadafi.
Hacer luz de la oscuridad es el principal reclamo de esta original propuesta, que ha prendido como la pólvora y parece tener cuerda para rato. De poco servirá, sin embargo, si más allá de todo este folklore no hay cambios de mentalidad reales. Lo que de verdad se busca es una transformación total y sin vuelta atrás, impulsado por la implicación de personas, empresas y gobiernos. Únicamente si se compromete toda la sociedad día a día se podrá avanzar en la conservación de la Naturaleza y en un ahorro energético que frene calentamiento de la Tierra.