Las bananas, en peligro por el cambio climático

Bananas
Las bananas tienen los días contados. Ser una de las frutas más consumidas del mundo y triunfar entre niños y mayores es un éxito que se extiende a los hongos, aquellos microorganismos que atacan los cultivos en masa para alimentarse.

Es la gran amenaza de siempre, si bien el cambio climático ha aumentado su incidencia y, con ello, ha llevado la situación al límite. Actualmente, algunos expertos afirman que el banano tiene los días contados. De querer mantener los cultivos sería necesario combatir las plagas que acechan al banano fumigándolo más de 50 veces al año.

Desaparecer en cinco años

En concreto, los científicos destacan como principal problema una triple enfermedad fúngica que se conoce con el nombre de complejo Sigatoka. Por lo pronto, la producción se ha reducido casi a la mitad y las enfermedades están aumentando su virulencia, explica Ioannis Stergiopoulos, fitopatólogo especializado en patologías fúngicas.

El experto teme, sobre todo, por la variedad Cavendish, la más popular, procedente de esquejes, lo que la hace más vulnerable a estas enfermedades, cada vez más peligrosas.

La única solución, a su juicio, es alertar a la comunidad científica para que reaccione al respecto buscando soluciones a partir de la evolución de los hongos, además de intentar frenar el avance del cambio climático, lógicamente.

Influencia del cambio climático

Sin embargo, no todo está perdido, ni mucho menos. Así lo creen científicos que han estudiado la influencia del cambio climático en el cultivo del banano dentro de una investigación más amplia, cuyos resultados ha publicado la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO) en un libro titulado «Cambio climático y sistemas alimentarios: evaluaciones mundiales e implicaciones para el comercio y la seguridad alimentaria».

Partiendo de la diversidad genética de los bananos, con más de medio millar de variedades en todo el mundo, se trata de un recurso clave para lograr la tan necesaria adaptación al cambio climático.

Al analizar el impacto potencial del cambio climático en la incidencia y severidad e la Sigatoka, también afirman que el aumento de las temperaturas acelerará y agravará su incidencia.

Fumigacion campo bananos
El estudio considera el banano una planta clave para la alimentación mundial, con especial importancia en países en desarrollo, siendo a su vez, en muchas ocasiones, un valioso recurso en economías de subsistencia.

En este sentido, el impacto podría ser tremendo, pues el estudio analiza los patrones de lluvia y concluye que las zonas de cultivo podrían variar. Si las proyecciones de lluvia y temperatura varían en el futuro, tal y como se prevé a consecuencia del calentamiento global, las áreas apropiadas para la producción podrían ser más que las actuales.

Sin embargo, las cosas se ponen más difíciles, pues será necesaria más agua, entre un 10 y un 15 por ciento, y las olas de calor y sequías asociadas a los eventos extremos también los harían peligrar.

Por último, advierten de lo vinculados que están el café y la banana, pues sus cultivos en muchas ocasiones se realizan de forma complementaria, y que aquel esté en la cuerda floja podría afectar a éste. Es decir, al dejar de cultivar café a consecuencia también del cambio climático, también abandonarían el cultivo del banano.

Y, cómo no, las cosas pueden cambiar de tal modo que los modelos aplicados actualmente resulten inservibles. No sería extraño que ocurriese, sobre todo a largo plazo, pues el cambio climático se caracteriza tanto por lo previsible como por lo imprevisible.

Sea como fuere, no cabe dudad de que el desarrollo de las enfermedades por el aumento de las temperaturas es un peligro que solo puede combatirse con más pesticidas. De no disponer de ellos, por lo tanto, los plátanos serán inviables y, de hacerlo, su carga tóxica sería importante.

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