La sostenibilidad es cada vez más valorada por las personas. Y no solo a la hora de elegir una marca o comprar un producto concreto. También se prima que las inversiones sean sostenibles. De hecho, empieza a ser habitual el lanzamiento de este tipo de productos en España, aunque en otros países ya llevan algún tiempo comercializándose entre los inversores e, incluso, pequeños ahorradores. Pero, ¿en qué consiste?
Qué es la financiación sostenible
Bajo el término financiación sostenible se engloban todos aquellos préstamos o intercambios de dinero que están orientados a apoyar proyectos que sean socialmente responsables y respeten el medioambiente.
En general, la financiación sostenible está referenciada a lo que se conoce como planes verdes y que forman parte de las políticas ambientales nacionales, europeas y mundiales con las que se pretende que las empresas se comporten de una forma ética y cumplan con los criterios ASG (son necesarios para ser considerados inversiones socialmente responsables-ISR) de cara a acceder a la financiación que precisan para crecer, innovar y desarrollarse.
Crecimiento exponencial
Esta financiación sostenible está despertando cada vez más el interés. Los datos del último informe anual, correspondiente a 2019, así lo corroboran. Desde el año 2014 a la fecha, este tipo de financiación ha multiplicado por 18 su volumen.
El crecimiento está siendo exponencial. Por ejemplo, la emisión de este tipo de bonos en cinco años (de 2014 a 2019) ha alcanzado un porcentaje del 762%. A nivel mundial, tan solo en el año 2019, se produjo una subida del 49%. En España, este incremento ha sido algo superior, situándose en el 50%.
Otros datos que dan idea de la importancia de la financiación sostenible son los relacionados con los préstamos sostenibles y los bonos verdes y sociales, que llegaron a superar los 22,5 millones de euros. Esto supone un incremento neto interanual del 34%.
En 2019, se alcanzaron cifras récord en la emisión de bonos sociales, verdes y sostenibles por parte de comunidades autónomas, empresas privadas, entes públicos, bancos y agencias públicas de España. En conjunto, se superaron los 9,5 millones de euros.
Además, los préstamos verdes sumaron un total de 13.025 millones de euros. Una cifra con la que se ha superado, por segundo año consecutivo, la cuantía de bonos emitidos en España, registrándose un aumento del 25% en comparación con 2018.
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