No sólo la ropa «visible» para todos puede ser ecológica. También la ropa interior. La marca g=9.8, que toma su nombre de la fuerza de la gravedad que ejerce la tierra, es una empresa francesa que elabora lencería con materiales naturales. La empresa está situada en una pequeña población de unos 1.500 habitantes cerca de Angers, en la región del Loira.
La empresa, no sólo es responsable con el medio ambiente por el material que usa para elaborar su ropa, sino también por su modo de producción, que está ubicada por completo en Francia, ya que creen (con buen criterio) que el desarrollo sostenible está ligado al desarrollo local y al empleo que pueda generar. Desde g=9.8, pues, se rechazan los precios bajos si se consiguen a expensas de pérdidas de puestos de empleo, de la deslocalización de la empresa a países con sueldos más bajos (por no decir irrisorios) o a expensas de la destrucción del planeta.
La mayoría de los modelos están elaborados con fibra de pino, una fibra de madera reciclada que ofrece una textura sedosa y propiedades que sorprenderán a más de una… y a más de uno. Se trata de un material con propiedades termorreguladoras y aislantes, además de bacteriostáticas. Resultan también muy resistentes a los lavados. La madera se obtiene por la poda (de modo que los árboles pueden seguir creciendo) y, tras un proceso especial (orgánico), la madera se transforma en fibra, convirtiéndose en un material elástico especialmente fuerte y duradero.
Todas las prendas tienen el sello Oekotest Standard 100, que certifica que los tejidos usados no están fabricados con algunos de los químicos más contaminantes. Además, las prendas diseñadas por g=9.8 son reciclables y se presentan en paquetes sin plásticos. Lo habitual es que estén envueltos en bolsas hechas de material reciclado procedente del comercio justo.
Esta ropa interior ecológica y socialmente responsable se puede adquirir por Internet. La leyenda de la fundación de esta empresa dice que uno de los hijos de la creadora, Sophie Young, cayó enfermo a causa de alergias alimenticias y asma, lo que le llevó a conformar una conciencia ecológica y decidirse a crear una empresa de desarrollo sostenible y con criterios ecológicos.